Hay una parte importante de venezolanos y dominicanos que aceita el debate comparativo entre los dos principales exportadores de talento a la MLB comparando a Ronald Acuña Jr., y Juan Soto, dos contemporáneos que se graduaron de estrellas desde que tuvieron la primera oportunidad y no han cedido una pulgada como para que se le quite la etiqueta.
Lamentablemente, la salud no ha sido aliada para que el sudamericano esté a tiempo completo como sí lo ha hecho el duartiano y allí los números totales de este último los colocan delante en la carrera.
Pero hay otro match generacional entre latinos en el que, también, el factor físico ha interrumpido discusiones de altura como el que generaban Albert Pujols y Miguel Cabrera. Habló del cubano Yordan Álvarez y el duartiano Vladimir Guerrero Jr.
Ambos firmaron en julio de 2015, en Dominicana, su desarrollo fue tan meteórico que llegaron a la MLB en 2019 y desde entonces han sido titulares con ocho visitas combinadas al Juego de Estrellas. ¿Coincidencia? Así como Acuña se impuso con holgura a Soto para el Novato del Año en 2018 (27-2), Álvarez noqueó a Vladdy un año más tarde (fue unánime, 30-0). Sin embargo, en lo adelante la ventaja ha correspondido al que inició más lento.
Siete temporadas después del debut, el inicialista de los Azulejos ha aparecido en 286 partidos más que el DH de los Astros (casi dos temporadas completas). Álvarez supera a Guerrero en los principales porcentajes de referencias (línea ofensiva, OPS y OPS+) y solo queda detrás en dos WAR (26.2 a 24.2), mientras que el hijo del inmortal domina en los totales. El lunes, Álvarez volvió a la lista de lesionados con la torcedura de un tobillo izquierdo que mal augura larga duración en un curso donde solo ha aparecido en 48 encuentros.
La importancia de estar en juego
Esa salud de la que ha gozado Guerrero Jr., tiene un valor enorme no solo en las estrategias del cuerpo técnico para buscar ganar partidos, sino también en el del equipo de mercadeo del club para vender boletos y hacer promociones con la garantía de que la figura estará en juego y no entre algodones. La fórmula también aplica con Soto. Un factor que no siempre el atleta puede controlar.
Esa condición, sumado a una estrategia más arriesgada, pero inteligente de negociar, explica que, a los 27 años, el dominicano haya cobrado ya 70,8 millones de dólares y tenga un contrato de otros 500 hasta 2039, mientras que Álvarez se haya asegurado por 115 millones entre 2023 y 2028.
- Álvarez tendrá 31 años cuando le toque llegar a la agencia libre y con ese historial le costará encontrar otro gran acuerdo.