El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, denunció este martes ante la Asamblea General de la ONU la consolidación de un «desorden internacional«, en el que enmarcó el «ataque» de Estados Unidos a la soberanía brasileña por el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro.
El mandatario brasileño declaró que «no hay justificación para medidas arbitrarias» contra un país que condenó a un exmandatario por golpismo y en defensa de su democracia, en alusión a las represalias adoptadas por Washington frente a ese proceso.
Según dijo Lula ante el pleno de la ONU, «el autoritarismo se fortalece cuando nos sometemos a la arbitrariedad» y, en estos momentos, «fuerzas antidemocráticas intentan subyugar a las instituciones y sofocar las libertades» mediante articulaciones políticas globales.
Complot contra la democracia
Todas alusiones a las represalias comerciales y políticas adoptadas contra Brasil por el Gobierno de Donald Trump, que las ha justificado a raíz del juicio por golpismo que condujo a la condena a 27 años de cárcel al expresidente Bolsonaro, considerado el «líder» de un complot contra la democracia.
Estados Unidos, por causa de ese juicio, ha impuesto aranceles del 50 % a gran parte de los productos brasileños, pese al superávit que mantiene en su relación comercial con el país suramericano.
Las sanciones han sido también políticas y llevaron a revocar los visados de ingreso a Estados Unidos a ocho de los 11 miembros de la Corte Suprema y a funcionarios del Gobierno brasileño, todo con la exigencia de que cese lo que Trump califica como «caza de brujas» y «persecución» contra el líder de la extrema derecha brasileña.
Según el Gobierno de Lula, todo eso constituye una «inédita injerencia en asuntos internos» y una «agresión» a la soberanía del país, que el líder progresista ha vuelto a defender en su discurso ante la Asamblea General.
Lula subrayó este martes que, en Brasil, «un ex jefe de Estado fue condenado por atentar contra el estado democrático de derecho, fue imputado y juzgado en un proceso minucioso, con el amplio derecho de defensa que las dictaduras niegan a sus víctimas».
Según el mandatario, «Brasil le dio un recado a todos los candidatos autócratas y a aquellos que los apoyan: nuestra democracia y nuestra soberanía son innegociables«.