La boxeadora taiwanesa Lin Yu-Ting, una de las figuras más debatidas de los Juegos Olímpicos de París 2024, volvió a la acción este fin de semana con una contundencia que recordó por qué es una de las mejores pugilistas del mundo.
En apenas 94 segundos, Lin derribó a su oponente, la joven universitaria Pan Yan-fei, en su debut en los Juegos Nacionales de Taiwán, confirmando su hegemonía en el circuito local y sumando su séptimo título nacional consecutivo.
El combate, disputado en Taipéi, terminó abruptamente cuando el entrenador de Pan arrojó la toalla tras una serie de golpes directos que dejaron a su pupila sin capacidad de respuesta. La joven, de 19 años, fue atendida rápidamente y se encuentra fuera de peligro. “Solo me estoy ajustando al peso de los 60 kilos”, declaró Lin al terminar la pelea, sin hacer referencia a la polémica que marcó su carrera durante el último año.
La boxeadora de 29 años no competía oficialmente desde su oro olímpico en París, una victoria que dividió al mundo del deporte. Su caso se convirtió en símbolo del debate sobre los límites biológicos y la inclusión en el deporte femenino, especialmente después de que fuera descalificada del Mundial de 2023 al no superar los controles de elegibilidad de género impuestos por la entonces Asociación Internacional de Boxeo (IBA).
La controversia se reavivó en agosto, cuando la World Boxing —organismo creado tras la suspensión de la IBA por el Comité Olímpico Internacional— anunció la implementación de pruebas genéticas obligatorias para todos los boxeadores mayores de 18 años, con el fin de “garantizar la equidad competitiva”.
Esta nueva normativa ha dejado fuera del circuito internacional tanto a Lin como a la argelina Imane Khelif, campeona olímpica en la categoría wélter, quien ha llevado su caso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Sin objeción en su país
Sin embargo, el reglamento nacional de Taiwán no contempla esas pruebas, lo que permitió a Lin competir localmente sin restricciones. Su entrenador, Tseng Tzu-chiang, calificó la pelea como “una rutina más en su preparación” y evitó pronunciarse sobre las reglas internacionales.
La actuación de Lin ha vuelto a encender el debate entre quienes defienden su derecho a competir como mujer y quienes reclaman criterios biológicos más estrictos para preservar la igualdad en el boxeo femenino.
- Con los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 ya en el horizonte, el caso promete seguir generando titulares y tensiones políticas y deportivas.
Por ahora, Lin Yu-Ting parece decidida a concentrarse en su boxeo. Su regreso triunfal, más allá de la controversia, demuestra que sigue siendo una fuerza imparable dentro del cuadrilátero. Pero fuera de él, su nombre continúa siendo sinónimo de uno de los debates más complejos del deporte contemporáneo.


