Este artículo fue publicado originalmente en El Día.

Santo Domingo.– El Partido Comunista del Trabajo (PCT) y el Frente Amplio (FA) calificaron como una derrota política, tanto para el Gobierno de Luis Abinader como para Estados Unidos, la reciente posposición de la Décima Cumbre de las Américas, que estaba programada para celebrarse en la República Dominicana.

Según ambas organizaciones, el evento fue aplazado debido a las tensiones diplomáticas, presiones internacionales y al rechazo generalizado en la región ante la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

De acuerdo con el PCT y el FA, la decisión del Gobierno dominicano de seguir la línea política de Washington resultó contraproducente, convirtiéndose en un “boomerang diplomático” que terminó por aislar al país y evidenciar, a su juicio, el fracaso de una política exterior “subordinada y carente de dignidad nacional”.

“El excluir a tres naciones hermanas como Cuba, Venezuela y Nicaragua fue un acto claramente antipolítico y reaccionario, que inevitablemente llevó al desprestigio de la Cumbre y al aislamiento de quienes la impulsaban. Su posposición representa, en los hechos, una derrota moral y política tanto para Abinader como para el imperialismo estadounidense en la región”, declaró Manuel Salazar, secretario general del PCT.

Las organizaciones recordaron que, tras conocerse la exclusión de dichos países, varios gobiernos latinoamericanos de orientación progresista, entre ellos México y Colombia, manifestaron su desacuerdo y decidieron no participar.

Esto debilitó la convocatoria y dejó al descubierto, según señalaron, la falta de legitimidad de un espacio que pretendía promover la democracia y la cooperación, mientras excluía a naciones soberanas por motivos ideológicos.

“El fracaso de esta Cumbre demuestra que los pueblos de América Latina y el Caribe no aceptan tutelajes imperiales ni exclusiones dictadas desde Washington. La República Dominicana debió actuar como ejemplo de soberanía y solidaridad regional, no como instrumento de una política anacrónica”, expresó María Teresa Cabrera, presidenta del FA.

El PCT y el FA ratificaron su solidaridad con los pueblos y gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y reafirmaron su compromiso con la unidad latinoamericana, la autodeterminación y el respeto entre las naciones. En su opinión, estos principios fueron “traicionados” por el Gobierno dominicano al alinearse con la política exterior de Estados Unidos.

Finalmente, ambas organizaciones enfatizaron que la posposición de la Cumbre no se debió a razones técnicas ni logísticas, sino al colapso político de un modelo de relaciones hemisféricas basado en la exclusión y la obediencia.

“Los pueblos de América Latina han hablado: la dignidad y la integración valen más que cualquier cumbre vacía de contenido”, afirmaron, al tiempo que llamaron a las fuerzas populares, democráticas, progresistas y patrióticas del país a mantener una postura crítica frente a las políticas de subordinación y a fortalecer una alternativa soberana y digna para la República Dominicana en el ámbito internacional.

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