SANTO DOMINGO.- El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, denunció este miércoles que es víctima de chantaje por parte de la comunicadora Claudia Pérez mejor conocida como «La Tora».
El legislador manifestó que ya puso el caso en manos de sus abogados y que someterán una demanda por difamación y extorsión en contra de Pérez.
«Le estoy entregando todos los videos de todo lo que ella ha hecho en el último año sobre mí y si hay elementos que sean difamadores la voy a someter a la justicia para que ella me diga cuando yo le he pegado a una mujer, cuando yo le he hablado mal a una mujer o cuando yo he tenido situaciones de confrontación con alguien, para que ella lo diga o para que lo demuestre en los tribunales de la República», advirtió el legislador.
Asimismo, reveló que La Tora a enviando «mensajeros» para reunirse con él a lo que aseguró no cederá señalando que «está señora me está pidiendo dinero».
Entre los señalamientos y acusaciones que ha difundido la comunicadora en contra de Pacheco están que es un maltratador de mujeres y que agredido físicamente a su esposa, lo que de manera categórica afirmó es «falso de toda falsedad» y que se roba el 20% del presupuesto que recibe la Cámara Baja.
Pacheco no solo calificó esas acusaciones como falsas, sino como una falta de respeto a su persona, familiares y al órgano que representa, situación que él no dejará pasar por alto porque el que calla otorga.
De acuerdo con sus palabras Pérez a la que identificó como una persona que se hace «apodar con un nombre de vaca pero al revés y entonces convertido en femenino; el masculino de la vaca pero convertido en femenino» ha enviado a emisarios con la finalidad de concretar un encuentro con él, agregando que sentarse con esa señora es algo inadecuado.
«Esa señora me está pidiendo dinero y si me responde voy a decir la cantidad de dinero que me mandó a pedir y con quien lo hizo también; se que ella buscaba rating pues ahí tiene rating señora», destacó.
Pese a estos ataques personales y laborales Pacheco manifestó que tiene su conciencia tranquila y que «todos los días me encomiendo a Dios, pidiéndole discernimiento y entendimiento. No todo lo que nos pasa es positivo, pero hay cosas que uno no puede dejar pasar”.


