Los cambios dialécticos que se aprecian hoy día en el béisbol son trascendentales y le han dado al juego un giro de 180 grados, sin embargo, en la Liga Dominicana el capítulo del arbitraje merece una supervisión especial, sobre todo en el conteo de bolas y strikes.
La base intencional con un solo pitcheo, el cambio de los relevistas tiene su protocolo, en los juegos de entradas extras se coloca corredor fantasma en segunda, el toque de bola ha desaparecido, la colocación defensiva está programada y los jugadores tienen una tarjeta que van chequeando de acuerdo al bateador. Cero bloqueo de home por el catcher y el robo de bases se ha reducido a su mínima expresión.
Hemos visto algunos ponches cantados que no tienen calificación y el safe de Mel Rojas no tiene comparación.
Y ni hablar de lo económico, el cambio es increíble.
Cuando llegó Babe Ruth a los Yankees, en 1920 un periodista escribió: “Quienes batean jonrones son los que manejan Cadillacs”. El equivalente de hoy sería: “Quienes sacan la bola más de 40 veces por estación, son los que viajan en aviones propios, los cuales no necesitan pilotear puesto que tienen de sobra para contratar la tripulación”. El mismo esquema millonario pero con otro modo de operación.
El 21 de diciembre de 1981, los Filis de Filadelfia firmaron al tercera base Mike Schmidt, uno de los más grandes e impactantes jugadores de esa posición por un contrato de seis años y US$1.2 millones por la temporada. Que conste en acta, en 1981, Schmidt lideró la Liga Nacional en jonrones, 31; carreras impulsadas 91 y anotadas con 78. Y en 1982 su bate castigó el pitcheo del viejo circuito con 35 jonrones, 87 impulsadas y 108 anotadas.
Finalizó su brillante carrera de 18 campañas hasta 1982, con 2,404 juegos y 2,234 inatrapables, con 408 dobles, 59 triples, 548 cuadrangulares; 1,506 carreras anotadas y 1,595 remolcadas. Pertenece al Salón de la Fama desde 1995.
La diferencia entre los toleteros de la estirpe de Schmidt y los jugadores de hoy es que los de ayer hablaban en los idiomas del bate y el guante y los de hoy se proyectan por Twitter e Instagram y lo que buscan es el sube y baja de acciones en Wall Street.
Una sugerencia a la Liga de Béisbol es que debería reproducir la entrevista que le hizo Dionisio Soldevila a Miguel Angel Sanó y distribuirla en esta Navidad a los jugadores novatos, como un testimonio, una lección de vida sin desperdicios.
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1969: Mateo Rojas Alou, de los Leones del Escogido, le dispara su hit 500 a Reggie Cleveland del Licey.
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1984: José -Mackey- Moreno, Leones del Escogido, se roba su base 80 de por vida ante las Águilas Cibaeñas.


