Este artículo fue publicado originalmente en El Día.
Nueva York.- Probablemente, quienes hayan visto alguna vez Mi pobre angelito (Home Alone) habrán pensado cuáles de las cosas que hizo Kevin McCallister para defenderse de los ladrones podrían ponerse en práctica en la vida real si les tocara quedarse solos en casa y pasara algo malo. ¿Arrojar baldes de pintura tal vez? ¿Tirar líquido deslizante por las escaleras? ¿O por qué no recurrir a plumas, pegamentos u objetos filosos? La frase: “¿Qué haría Kevin?“, se volvió un clásico.
Y es que incluso hoy, a 35 años de su estreno, la película y su secuela, son clásicos de la Navidad y los villanos dan el mismo miedo – y risa – de siempre. Sin embargo, para sorpresa de muchos, uno de los actores de la recordada dupla de los Wet Bandits decidió dar un paso al costado, no solo del film, sino también de Hollywood. Pegó el volantazo, estableció su propio negocio lejos de la actuación y se volvió viral en las redes sociales.
En 1990, Daniel Stern se puso en la piel de Marv, uno de los ladrones que, junto a Harry (interpretado por el gran Joe Pesci) intentaban ingresar a la casa de los McCallister cuando estos se fueron de vacaciones. Lo que no sabían era que uno de sus hijos se quedó allí y haría todo y más para evitar su ingreso. Para Stern fue un punto de quiebre en su carrera y le permitió establecerse en Hollywood con las películas Viva Las Nowhere, A Previous Engagement y Whip It, en donde incursionó no solo en la actuación sino también en la dirección. Entre sus más recientes proyectos se encuentran las series Shrill y For All Mankind.
Pero, hubo un momento en el que dijo basta. Le dio la espalda a la industria del entretenimiento y decidió buscarse en un rubro diferente. “Hice muchas películas geniales, pero llegó un momento en que extrañaba a mi familia cuando estaba lejos. Decidí dejar de viajar tanto, quedarme en casa y centrarme en mi familia y mis otras pasiones artísticas. El resultado de esa decisión es que tengo una vida familiar maravillosa y esta obra”, sostuvo en su sitio web. ¿Qué decisión tomó? La de dedicarse a la escultura.
“Haciendo magia cinematográfica desde 1979. Ahora, haciendo arte”, reza su perfil de Instagram, red social en la que acumula 334 mil seguidores. Y es que, a los 68 años, se dedica de lleno a la escultura, pasión en la que incursionó hace más de 20 años. “Soy un narrador. Como actor, director y escritor dediqué toda mi vida a contarle historias al público. Mi trabajo escultórico no es la excepción”, sostiene en su página web.
“Veo cada escultura, una como un fotograma de una película, un momento en la historia de una vida. Y al igual que en mi carrera artística, espero que estas obras conecten con vos y despierten en tu mente una pequeña historia llena de acción, humor, drama y humanidad”, agrega. Trabaja por encargo y ofrece visitas a su estudio con cita previa, solo disponibles para coleccionistas, diseñadores y clientes exigentes.
“Quiero que la gente interactúe con ellas. “Mi sueño —y se cumple— es que la gente se ponga delante de la cámara y pose. Mientras hablamos, la gente pasa por delante de esas esculturas, se sienta y toma fotografías. Eso me satisface”, advirtió Stern en diálogo con The New York Times en 2024. Sus obras están exhibidas en distintos puntos de California. Él, además, comparte los procesos de producción tanto en Instagram como en TikTok, donde tiene 216 mil seguidores y más de un millón de “Me Gusta”.
Pero, eso no fue todo, porque su presencia en las redes sociales también le permitió hacer pública su otra actividad. Desde hace tiempo, Stern cosecha mandarinas en el rancho de Ventura, California, en el que vive con su esposa Laure Mattos.
Sus videos tuvieron cerca de cinco millones de reproducciones y es que su carisma para ponerse frente a la cámara, sumado a sus explicaciones sobre la fruta, se convirtieron en un combo perfecto. “Si dan ‘me gusta’ al jugo de mandarina, les gustás vos, papá. Les gusta lo que hacés, no tus personajes”, le dijo uno de sus hijos y él se aferró a eso.
Asimismo, en 2024 publicó su autobiografía Home and Alone, un repaso de su experiencia en Hollywood, su vida personal y su familia. Paralelamente, junto a su esposa están al frente de la fundación Boys & Girls Clubs of America, la cual ofrece ayuda escolar, orientación, alimentación y deportes para niños.
Esta nueva vida hizo que Stern no solo se alejara de Hollywood, sino también que buscara separarse de la película que lo llevó a la fama. Si bien siempre estuvo agradecido del proyecto, de su personaje y de la validación del público, en este momento de su vida no quiere saber nada con revincularse con Mi pobre angelito. Este año se cumplió el aniversario número 35 del estreno del film de Chris Columbus y varias de sus estrellas -especialmente su protagonista, Macaulay Culkin– participaron de varios homenajes. Pero, él decidió tener una mínima participación.
En una reciente entrevista con la revista People, Stern afirmó que no asistirá a ningún evento por el aniversario de la película. ¿El motivo? El estilo de vida que lleva actualmente. “No salgo de mi granja. No es ninguna ofensa para la película. Solo… una llamada, una videollamada, y me anoto. Pero… soy un poco hogareño”, se sinceró.
Una vez uno de sus hijos le dijo a Stern que era “una superestrella de temporada” porque cada año regresaba. Si bien es cierto que, cuando se acerca la Navidad, las películas de Mi pobre angelito se reproducen en loop y él siempre estará vinculado con ellas, a los 68 años el actor disfruta del presente que cosechó toda su vida.
La publicación Daniel Stern, el villano de Mi pobre angelito, hoy cosecha mandarinas: “No salgo de mi granja” apareció primero en El Día.


