Una de las discusiones más comunes en el mundillo farandulero de las gradas de los estadios, es sobre cual el batazo más difícil en el juego de pelota.
Tradicionalmente se dice que es el triple porque hay que armonizar velocidad en el corrido de las bases y contundencia en el batazo. Otros señalan que el más difícil es el jonrón de piernas.
Esta discusión tiene mucho de parecido como aquella callejera de «por dónde le entra el agua al coco«.
En la Liga Dominicana, Charles Neal con los Leones del Escogido, en la temporada de 1955-56, vino como un refuerzo etiquetado de «top prospect», de los Dodgers de Brooklyn, y lo demostró, con la consistencia de su bateo, al establecer un récord que aún se mantiene vigente.
Neal disparó 11 triples en 48 juegos, los cuales logró en su totalidad en el estadio Quisqueya, ideal para ese tipo de batazo por un jugador de piernas privilegiadas. Los triples 10 y 11 de Neal fue contra el pitcheo de los Tigres de Licey.
Recuerdo en una ocasión el «El Gallinero» del estadio Quisqueya, que Max Reynoso, un super dotado en conocimientos de béisbol y artillado de estadísticas porque anotaba todos los juegos, expuso la teoría de que a Charles Neal lo benefició el haber jugado en el primer torneo bajo luces, donde muchos jardineros, sobre todos los dominicanos, estaban perdidos buscando los batazos entre dos.
El récord de Neal, el más cerca que le que ha llegado fue «El Gran Capitán» Pedro González en 1960-61 con 10.
Ningún otro jugador ha logrado ni nueve triples, una muestra clara de que el récord de Neal tiene el sello de intocable.
Impacto en un año
Sin duda alguna, Charles Neal, un jugador de color, con una sola temporada en la Liga Dominicana y se convirtió en un verdadero ídolo de la afición, en especial de los seguidores de los Leones del Escogido.
Charles Neal temporada 1955-56: Turnos, 177; Anotadas, 36; 48 juegos, los cuales logró en su totalidad en el estadio Quisqueya, ideal para ese tipo de batazo por un jugador de piernas privilegiadas.
Sin duda alguna, Charles Neal, un jugador de color, con una sola temporada en la Liga Dominicana se convirtió en un verdadero ídolo de la afición, en especial de los seguidores de los Leones del Escogido.
Temporada 1955-56: Turnos, 177; Anotadas, 36; Hits, 48; Dobles, 5; Triples, 11; Jonrones, 1; Remolcadas, 23; Promedio, .271.


