Ginecólogo y perinatólogo, César López, presidente de la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología, con más de 35 años de experiencia, confirma que el retraso de una vida sexual activa en la mujer previene el cáncer de cuello uterino o cérvix. Mañana, 26 de marzo, celebramos el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino y todo esto es lo que debes saber para estar alerta.

¿A qué primeros síntomas debemos prestar atención?
Síntomas como tal, son inespecíficos y uno que manda a sospecha es el manchado post coital, aunque otras patologías como las inflamaciones crónicas de cérvix (Cervicitis crónica) o los pólipos cervicales y endocervicales, también pueden producirlo. Puede que aparezca secreción con olor desagradable pero ya marcaría estadios más avanzados. Las lesiones premalignas son asintomáticas. Recomendamos realizar un Papanicolau promedio una vez por año.

¿Y la principal causa? 
La primera causa son las infecciones por Virus del Papiloma Humano, relacionadas con un inicio temprano, antes de los 20 años, de una vida sexual activa, número de parejas sexuales, la no utilización de preservativo o condón, la utilización temprana de métodos anticonceptivos hormonales o algunos DIU en personas promiscuas o con parejas promiscuas. Se puede asociar a la historia familiar de este tipo de cáncer, aunque no es la herencia la principal causa.

¿Es prevenible?
Sí, es prevenible. La mejor manera es creando conciencia en la niña, desde temprano, del valor de prolongar el inicio de vida sexual activa, la colocación de vacunas específicas, de preferencia antes del inicio de la vida sexual, previniendo la promiscuidad y utilizando la anticoncepción de barreras como el condón masculino o femenino.

¿Cuál es el tratamiento a llevar?
El tratamiento depende de la etapa de la enfermedad en que es detectada y hasta de la paridad de la persona que lo padece. Podría ir desde la simple remoción de la parte afectada o de todo el cérvix o de todo el útero. A veces incluyendo los anexos, otras, puede requerir hasta quimio o radioterapia o la combinación de cirugía escisional y agregar quimio o radio, dependiendo de la edad, paridad, grado de extensión y factores particulares en cada caso.

¿Edad promedio en que hace su aparición?
Generalmente las lesiones premalignas son las más frecuentes y aparecen en mujeres jóvenes, esto debe tratarse en esas etapas; vigilar su evolución y colocar vacunas. Entender que esa mujer necesita seguimiento, porque su riesgo está presente durante toda su época reproductiva, y más si no recibió manejo y prevención adecuada y debe conservar su control a lo largo de su vida. No hacerlo aumenta las posibilidades de padecerlo, manifestándose más frecuentemente en edades de 35 a 44 años, promedio a los 50 años.

¿Pueden los hábitos alimenticios incidir en su aparición?
El factor inmunológico y su control adecuado forma parte del sistema de defensa natural; igual importancia tiene la nutrición y alimentación correcta en todo este tipo de patologías en relación con el cáncer. Seguir una dieta con alta ingesta de verduras, legumbres, frutas y nueces, cereales, pescado y una alta proporción de lípidos insaturados a saturados, y una mayor ingesta de vitamina E, folato e indol-3-carbinol puede reducir el riesgo de infecciones por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Una nutrición correcta en la mujer ya diagnosticada con cáncer de este tipo podría representar una ventaja en la evolución de su enfermedad, sin olvidar los efectos que pudieran ocasionar en ella y su apetito la quimio o radioterapia, por lo que necesitaría una atención integral en su manejo.

¿Qué tasa de sobrevivencia tiene este cáncer?
Depende de cuándo se detecta. Si es en un estadio temprano, la tasa de supervivencia a 5 años para las mujeres con cáncer invasivo es de 92 %. El problema es que solo alrededor de 44 % de personas con cáncer de cuello uterino recibe un diagnóstico en un estadio temprano. La tasa de supervivencia a 5 años de todas las personas con cáncer de cuello uterino es de 66 %.