(CNN) — Poco después de que entrara en vigor un toque de queda en todo el país, estallaron protestas en algunas zonas de Sri Lanka. Personas con carteles que pedían la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa se alinearon en las calles de Homagama y corearon consignas como “tenemos demasiados problemas, gasolina, medicinas, leche. Tenemos demasiados problemas” y “este es nuestro país. Esta es la lucha del pueblo. Vete, piérdete».
Sri Lanka declaró un toque de queda nacional de 36 horas que comenzó este sábado por la noche a las 6:00 p. m., hora local, lo que impidió en la práctica las protestas previstas para el domingo en la capital y otras ciudades del país.
El sábado por la noche había tanta gente en las calles de los suburbios de Colombo que parecía más un caos que un toque de queda, según un testigo presencial.
Amnistía Internacional ha condenado el toque de queda diciendo en Twitter que no debe utilizarse para violar los derechos humanos. “La orden que declara el estado de emergencia pretende restringir los derechos a la libertad de asociación, reunión y circulación, así como las garantías del debido proceso”, ha dicho Amnistía Internacional Asia Meridional.
El Colegio de Abogados de Sri Lanka ha pedido al presidente que revoque la ley de emergencia.
Sri Lanka atraviesa una crisis financiera como resultado de un déficit de divisas por valor de miles de millones de dólares, lo que ha provocado una grave escasez de artículos esenciales, incluido el combustible. Además, la pandemia de Covid-19 ha devastado la industria turística del país, lo que se suma a los disturbios.
De Rukshana Rizwie en Colombo, Sri Lanka y Susanna Capelouto en Atlanta