EL CAIRO.- Una veintena de miembros de las tropas sirias y de aliados al presidente Bachar al Asad han muerto hoy por los combates que se suceden en el norte de la provincia de Hama, en el noroeste de Siria, con las facciones insurgentes, informaron ONG y opositores.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que al menos 26 miembros de las fuerzas sirias y de los combatientes aliados murieron por combates contra las facciones islamistas y yihadistas en los ejes de Al Yubain y Tal Malla, en el noroeste de Hama, una zona controlada por los insurgentes.

Desde finales de abril, las tropas sirias llevan a cabo una operación militar, que no fue anunciada y que cuenta con el apoyo de Rusia, para acabar con los alzados contra el Gobierno de Damasco en Hama y en el sur de Idlib, el último gran reducto opositor en el país mediterráneo.

Con esta cifra de muertes, según el Observatorio, han aumentado a 147 los fallecidos en las filas de las tropas sirias y aliados desde el pasado jueves, cuando se intensificaron los combates, pese a un aparente alto el fuego que se pactó esta semana en la zona entre Rusia y Turquía, que apoya a la oposición.

Ambos países establecieron el pasado otoño una zona desmilitarizada en el norte de Hama y la mediterránea Latakia, en el oeste de Alepo y en Idlib, para frenar lo que era entonces una inminente ofensiva, aunque se ha violado prácticamente a diario desde entonces.

El Frente Nacional para la Liberación, integrado principalmente por facciones que operan bajo el paraguas del rebelde Ejército Libre Sirio, anunció a través de su cuenta de Telegram la muerte de “decenas en las filas” de las tropas de Al Asad tras “repeler un intento fracasado de penetración en los frentes de Tal Malla y Al Yubain”, sin dar más detalles.

Los medios oficiales sirios no han reaccionado hasta el momento a esta información.

El Observatorio, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de observadores en el terreno, afirmó que al menos 9 miembros de las facciones insurgentes perdieron la vida durante los combates de hoy.

Estas zonas que escapan al control de Damasco están dominadas por los numerosos grupúsculos que están incluidos en el rebelde Frente Nacional para la Liberación y también por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está integrada la exfilial siria de Al Qaeda y que controla prácticamente por completo Idlib, fronteriza con Turquía.

Damasco y Moscú insisten en derrotar al que llaman todavía Frente al Nusra, que es la antigua denominación de la exfilial siria de Al Qaeda, y Al Asad aboga por recuperar “cada centímetro” del territorio sirio que no controla.

Desde 2011, Siria sufre una guerra que derivó en un conflicto internacional con varias potencias presentes en el país que ha provocado que millones de personas se hayan visto forzadas a huir de su hogar, así como más centenares de miles de muertos.

El año pasado, Damasco y Moscú arrebataron a los insurgentes numerosas zonas que tenían bajo su control, como el sur de Siria, y muchos de esos opositores, que no aceptaron unos “acuerdos de reconciliación”, fueron trasladados a Idlib.