Para Mary Wischhusen, de 77 años de edad, un caimán de 11 pies de largo que se estrelló contra la ventana de su cocina ha resultado ser «algo realmente divertido«.
Claro, el cocodrilo le rompió las botellas de vino tinto y uno que otro vaso de su cocina. Pero también dejó agujeros en la pared al balancear su musculosa cola, y destrozó dos cillas.
Sin embargo, la policía y los bomberos que respondieron a su casa a principios del 31 de mayo eran «guapos«, dijo Wischhusen. Y nadie salió herido.
Sin mencionar que se ha convertido en una pequeña celebridad en su localidad. Ahora cuando la ven, le preguntan si es la «mujer cocodrilo». La gente ha dejado botellas de vino tinto para reemplazar las que el caimán rompió.
Ella dice que las cosas están volviendo a la normalidad, excepto por la abolladura que la cola del caimán dejó en su refrigerador.