Desde hace semana el líder de la oposición Luis Abinader ha venido enfrentando la modificación a la Constitución en franco apoyo a un sector del partido oficialista.
Manejo este que según expertos no es la estrategia a seguir de su parte.
Hay muchas formas de que él le eche leña al fuego y no lo está haciendo. Sus legisladores no necesariamente tendrían que levantar la mano. Solo el hecho de que una parte se ausente eso sería colaborar para que pase y hacerlo de una manera discreta.
Con el hecho de aprobar la modificación, sea de la forma que sea, el partido oficialista quedaría partido en dos fracciones automáticamente que le convendría a la oposición. La fracción que quedaría derrotada con la modificación dentro del PLD actuaría en las eleciones del 2020 fraccionada y él sería el primer beneficiado.
Más del 90% de los Leonelístas votarían por la oposición, escenario este que le caería como anillo al debo a Luis Abinader.
El manejo de este líder siempre ha sido torpe, falta de inteligencia, de tacto y muy mal negociador político.
Es un seguro perseguidor de la presidencia, la cual muy difícil encontrará el éxito por falta de carisma por demás.