Que la batería de un móvil se “hinche” es un fallo más común de lo que piensas. Sobre todo, si el componente en cuestión no es el original, sino que ha sido reemplazado por uno no oficial, que por tanto no ha atravesado los controles de calidad del fabricante del dispositivo. Y por supuesto, intentar solucionar este problema por tu cuenta en casa y sin la supervisión de un profesional, no es una buena idea.
El usuario de Reddit u/tryagainin47seconds ha tenido la suerte de poder comprobar en primera persona cómo, efectivamente, intentar reemplazar una batería defectuosa sin tomar las precauciones adecuadas puede suponer un grave riesgo, no solo para el propio dispositivo, sino también para su integridad física.
Un iPhone explota al intentar retirar su batería hinchada
Replacement phone I got exploded in my face the other day. Luckily my work got it on video. from Wellthatsucks
Según la “víctima” del terminal explosivo, durante el momento del incidente se encontraba intentando retirar la batería, que había comenzado a hincharse durante el proceso de carga, para así ver lo que estaba sucediendo. Al parecer, el anterior dueño del smartphone había reemplazado la batería, que probablemente habría llegado defectuosa de fábrica hasta el punto de causar su deflagración en las manos del usuario.
Si bien la mayoría de smartphones modernos cuentan con sistemas que evitan que las baterías se sobrecarguen para que no ocurran este tipo de sucesos, en ocasiones hemos tenido que hablar sobre baterías que explotan y el porqué de este fenómeno –en la mayoría de ocasiones se debe a baterías con defectos o dispositivos mal diseñados–. En iFixit explican los riesgos de proceder al reemplazo de una batería hinchada, y las precauciones que se deben tomar antes de hacerlo.
En el caso del vídeo, es probable que batería llegase a manos del usuario con algún daño físico, que derivase en una sobrecarga causante de la deflagración debido al fenómeno conocido como escape térmico. En casos como este la temperatura de la batería llegar a superar los 500 grados, por lo que la idea de pisar la llama para intentar apagar el fuego tampoco es una buena idea.
Afortunadamente, el usuario fue capaz de actuar lo suficientemente rápido, no solo para retirarse y así evitar daños físicos, sino para regresar a su mesa y lanzar el dispositivo al suelo e impedir que la llama se propagase por otros objetos. A partir de ahora, eso sí, se lo pensará dos veces antes de intentar cambiar por sí mismo la batería dañada de un móvil.