La escalada de violencia que sacude desde el lunes al estado mexicano de Sinaloa (noroeste) por el enfrentamiento interno de una poderosa organización del narcotráfico ha dejado al menos 15 muertos y 20 secuestrados, informó este viernes la fiscalía local.
Los combates armados que sacuden la capital Culiacán y sus alrededores están relacionados con pugnas internas del Cártel de Sinaloa, tras la detención en Estados Unidos de uno de sus líderes, Ismael «Mayo» Zambada, explicaron las autoridades.
Socio del exlíder del cartel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, encarcelado de por vida en Estados Unidos, el «Mayo» se declaró este viernes «no culpable» ante un tribunal de Nueva York por cargos de tráfico de drogas.
Zambada, cofundador del cártel, fue capturado por autoridades estadounidenses junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de «El Chapo», quien lo habría secuestrado para entregarlo al país vecino.
«La rivalidad deriva de los hechos del 25 de julio (detención de Zambada) y que ahí están implicados dos grupos«, dijo en entrevista el gobernador estatal Rubén Rocha Moya.
Rocha dijo que la violencia se ha registrado en Culiacán y su área rural, así como en los municipios cercanos de Elota, San Ignacio y Cosalá.
Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la violencia en Sinaloa, donde han sido desplegados cientos de militares.
«Ha habido algunos problemas. Está el Ejército, está la Marina, está la Guardia Nacional. Decirle a la gente de Culiacán —porque además es sólo Culiacán— que estamos pendientes; que se actúe con precaución, pero sin alarmismos», dijo en su habitual rueda de prensa matutina.
El mandatario también pidió a los grupos en pugna «actuar con un mínimo de responsabilidad«. «Es su familia, son sus paisanos; es su municipio, es su estado, es su país», agregó.
Hasta finales de agosto, una decena de asesinatos en Sinaloa habían sido vinculados por autoridades a los pleitos internos del cártel.