El director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, ordenó la vigilancia permanente en el entorno de la Vía Sacra, patrimonio histórico religioso que fue objeto de una profanación la pasada semana.
El alto oficial ya había dado instrucciones para la identificación y localización de la persona responsable de los daños a la Vía Sacra, provocados en la madrugada del pasado lunes.
Tan pronto se conoció de los daños a tres estelas de las 14 colocadas en el tramo entre la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia y la Iglesia San Dionicio, no pararon las voces de indignación de higüeyanos, entidades y personalidades del país.
Sin embargo, la rápida respuesta policial, que en pocas horas determinó y dio a conocer la persona responsable de los daños, que resultó ser una mujer de nacionalidad haitiana.
Esta acción vandálica fue condenada por el Ministerio de Turismo, el Ayuntamiento de Higüey, entidades como el Consejo del Pensamiento Altagraciano (CEPAL), Unidos por Higüey, líderes religiosos, legisladores y representativos de diferentes sectores en todo el país.
El obispo de la diócesis, monseñor Jesús Castro Marte, a la vez que felicitó la efectiva labor policial, solicitó una vigilancia permanente en el lugar, y abogó por que se inicie cuanto antes un Centro de Atención a personas con problemas mentales, que ha sido prometido por las autoridades del Ministerio de Salud Pública.
El prelado agradeció la solidaridad de la población ante lo ocurrido, a la vez que adelantó que debía procederse a la reparación de los daños. El pedido del religioso encontró eco de inmediato del Grupo SID, quien se encargó de la reparación de las estelas.
Se produjeron reacciones inmediatas de la Policía, alcaldía de Higüey, entidad Unidos por Higüey, el doctor José López Larache y el vicealcalde Pablo Ávila. El miembro fundador del Consejo del CEPAL y presidente ad-vitam de Unidos por Higüey, Maximín Aristy, saludó la decisión adoptada por la Policía y agradeció la solidaridad del país.