Pocos dominicanos están enterados de que millones de nativos y extranjeros que residen aquí, están conectados con el mundo a través de los “cables submarinos de fibra óptica que se encuentran debajo del océano, generalmente a una profundidad de entre 3,000 y 8000 metros”.
Y ocurre que son precisamente estos cables “milagrosos” los responsables de “transportar información a través de Internet entre continentes y países”. Sirven para canalizar el internet, el cual se ha constituido, a su vez, en el canal del mayor flujo informativo (millones, tal vez billones de billones de bits) que convierten esta herramienta de la Tecnología de la Información y el Conocimiento (TIC) en un factor que impacta de manera transversal el desarrollo del país.
Debemos saber que también la otra fuente fundamental de abasto de TIC, pero en menor proporción, es la vía satelital.
Nos conformamos con recibir a diario, minutos a minutos, segundos a segundos, este mar de informaciones que llegan a todos los rincones de la nación, pero sin preguntarnos cómo ocurre el fenómeno. No nos detenemos a pensar, a cuestionar cómo nos llega, por qué vía, cómo ocurre esto y por qué este hecho cuasi mágico acontece en tiempo casi real e incide en nuestras vidas.
Aunque somos beneficiarios de su impacto, no hurgamos en sus orígenes, ni en la magnitud de sus efectos. Nos mostramos escépticos de frente al fenómeno y nos resistimos a creer las bondades de estos cables y hasta cavilamos ante la realidad de su existencia.
Cable energético RD-PR
El escaso conocimiento de estos avances tecnológicos, nos llevan también a dudar de la viabilidad del anuncio hecho por un consorcio de empresas energéticas (Siemens Energy y Caribbean Transmission Development Company) en el sentido de que se proponen instalar un cable eléctrico submarino entre Puerto Rico y la República Dominicana, con una inversión de US$2,300 millones de dólares.
¿Un cable para llevar energía eléctrica a Puerto Rico? ¿Qué cuento es ese? ¿Será posible? ¿Y cómo van a llevar por el mar esa electricidad a la vecina isla? ¿Pero si no hay suficiente producción energética y nos acogotan los apagones, cómo es que desde aquí vamos a llevarles electricidad a los boricuas?
Acontece, que aunque este tipo de proyecto –como este denominado Hostos- resulta una novedad para nosotros, discurre como algo normal en otras latitudes, lo cual atribuimos, dicho sea de paso, a los avances científicos tecnológicos que registra la humanidad y que nos llegan muy lenta, tardíamente al país.
La propuesta de los inversionistas de la citada iniciativa, que se informó comenzará a ejecutarse en el año 2027 y a operar en el año 2031, conlleva una interconexión entre Punta Cana, en el Este del país, y Mayagüez, Puerto Rico, para “transmitir 700 megavatios (MW) de energía en ambas direcciones”.
Si tenemos la experiencia de los cables de fibra óptica para el internet, por qué dudar entonces de la viabilidad de este cable transmisor de electricidad de isla a isla.
Cables de fibras ópticas
Los cables submarinos de fibra óptica son una imponderable realidad, una panacea para el avance socioeconómico del país. Ahora estos se enfilan a ser, y son, grandes aliados del afianzamiento del desarrollo turístico.
Aquí, y a nivel global, el binomio de las industrias de las telecomunicaciones y turismo se visualiza en un futuro inmediato, como una fuerza que junta encaminará por el desarrollo sostenido de dos áreas altamente dinámicas de la economía mundial.
UIT y turismo
En esa tesitura, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) una agencia de las Naciones (ONU) informó que ha comprometido “miles de millones de dólares por parte de operadores móviles para ampliar la conectividad a nivel mundial, una iniciativa que se suma a los esfuerzos para mejorar la infraestructura de telecomunicaciones, especialmente en zonas turísticas y rurales”. Es tal el nivel de unidad estratégica de ambos sectores, que “la UIT impulsa el turismo mundial fomentando las telecomunicaciones mediante la reducción de la brecha digital, el desarrollo de infraestructuras de conectividad, la promoción de la transformación digital y la creación de un entorno propicio para inversiones”.
Este organismo promueve, en ese sentido, la Iniciativa de Inversión en Infraestructura Digital (IIID), la cual busca “invertir en infraestructura para llevar la conectividad a todo el mundo para 2030, y el compromiso-asimismo- de inversiones de miles de millones de dólares para mejorar la conectividad global, lo que beneficia directamente al sector turístico al mejorar el acceso a servicios digitales y de comunicación” en zonas turísticas no servidas.
Esa información cae “como anillo al dedo” a los esfuerzos que realiza el actual gobierno para impulsar el desarrollo turístico en zonas donde todavía es cuestionable el alcance y la calidad de los servicios de telecomunicaciones.
De ahí que se hace imperioso que las autoridades busquen gestionar ante organismos globales como la UIT y la Organización Mundial de Turismo (OMT) a potenciales aliados para establecer una amplia conectividad en las áreas turísticas del país.
Por ejemplo, tenemos en ciernes proyectos turísticos de Cabo Rojo, Pedernales; Miches, Samaná, etc. Se trata de zonas que perfilan su desarrollo en esta prometedora área económica, pero que requieren un esfuerzo adicional, un empujón del sector privado, además del regulador Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) y las prestadoras, con miras a afianzar la conectividad en sus respectivas comarcas.
En lo que respecta a Pedernales, es de conocimiento los esfuerzos realizados por el Indotel y las prestadoras para mejorar la comunicación en las comunidades de esa parte del Sur profundo, la cual está llamada a convertirse en una joya del turismo en el país.
En ese sentido, somos de los que cree que el regulador debiera establecer una alianza con las prestadoras, con miras a aprovechar la iniciativa de inversión en infraestructura digital que impulsa la UIT, a los fines de lograr “la infraestructura de conectividad, prevista para la operación turística”, lo cual ya fue propuesta por la UIT.
Las iniciativas de transformación digital planteada por la UIT-D está dirigida a fomentar la digitalización en general, e incluye también, acorde a este organismo mundial, “la adopción de tecnologías como 5G y el Internet de las Cosas (IoT), que pueden mejorar la experiencia turística, por ejemplo, a través de sistemas de transporte inteligentes y ciudades inteligentes”.
Igualmente, la UIT “promueve el desarrollo de competencias digitales y la creación de empleo en el sector de las TIC, lo que es crucial para que la industria turística pueda aprovechar plenamente las nuevas tecnologías y servicios”. Y como es previsible, estos esfuerzos tienen que contar con la colaboración del sector privado.
Alianza estratégica Indotel, prestadoras y UIT
Los anteriores señalamientos nos llevan, por tanto, a sugerir una “alianza estratégica Gobierno-Indotel-Prestadoras de servicios TIC y la UIT”. Esta asociación tiene que estar dirigida a buscar mecanismos para captar financiamiento de nuevas infraestructuras de telecomunicaciones en las zonas turísticas con potenciales desarrollo, como es el caso específico de Pedernales y la zona costera del Sur.
Según los expertos, “las inversiones en telecomunicaciones permiten un acceso más fiable y rápido a servicios en línea, comunicación en tiempo real y acceso a información útil, lo que enriquece la experiencia de viaje” para los turistas.
Por eso plantean instalar una infraestructura de telecomunicaciones robusta, “esencial para la sostenibilidad y el crecimiento de los destinos turísticos, permitiendo la implementación de tecnologías que mejoran la gestión y la experiencia en los destinos”.
Dada estas expectativas, urge sugerir que el Ministerio de Turismo y el Indotel comiencen a establecer una alianza de cooperación para que junto al sector privado y la UIT, capten financiamientos que coadyuven a “desarrollar y desplegar sistemas de telecomunicaciones en zonas turísticas”.
*El autor es periodista.
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