Este viernes, la Empresa de Electricidad del Este (Edeeste) informó que un acto vandálico en una subestación obligó a interrumpir el servicio de energía a zonas del Distrito Nacional y Santo Domingo Este, incluyendo el Hospital Padre Billini y hoteles de la Zona Colonial.
Edeeste calificó el hecho como «criminal» y “de carácter terrorista”. La situación afectó la Subestación Despacho, ubicada en Villa Francisca.
«Un desaprensivo ingresó, cortó y sustrajo cables esenciales para el sistema eléctrico, afectando las protecciones y el sistema de control en la Subestación Despacho», dijo en un comunicado.
Explicó que por motivos de seguridad, fue necesario «desenergizar los transformadores T01 y T02», provocando la interrupción del servicio en diversos sectores del Distrito Nacional y Santo Domingo Este, asociados a los circuitos de esta subestación.
Cables cortados en la Subestación Despacho de Edeeste. (FUENTE EXTERNA)
Investigación del caso
Edeeste dijo que, por disposición del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidora (CUED), se ha solicitado reforzar con militares las subestaciones para asegurar la protección de estas infraestructuras estratégicas.
Asimismo, la empresa dijo que solicitará una investigación exhaustiva al personal de seguridad asignado a la subestación, a fin de esclarecer responsabilidades y determinar posibles complicidades.
También, refirió que ha iniciado un proceso de investigación en coordinación con las autoridades competentes para identificar y someter a la justicia al o los responsables del hecho.
Parte de la Zona Colonial permanece sin energía eléctrica
Durante un recorrido realizado por Diario Libre, pasadas las diez de la noche de este viernes, se pudo constatar que una parte de la Zona Colonial seguía sin energía eléctrica.
“Desde las cuatro y media no hay luz aquí. Nos tocará amanecer en la calle, será”, expresó Juan López, quien permanecía en las afueras de su vivienda en la calle José Gabriel García, ante la falta de energía.
López explicó que la situación le impide cargar su teléfono celular, el cual utiliza para comunicarse con su hija.
“Mi maquito se me va a descargar. Yo no podré hablar con mi hija”, lamentó.
En tanto que Juan Sánchez, sentado junto a su esposa Magaly Hernández en la acera frente a su casa, dijo no entender las razones del prolongado corte.
“Estoy aquí sentado con mi esposa esperando que llegue la luz para podernos acostar. Desde las cuatro y treinta de la tarde estamos sin luz”, manifestó.
Sánchez consideró inusual la duración de la interrupción.
“Lo que me resulta extraño es que no ha llegado la luz. Nunca se va por tanto tiempo”, destacó, sin saber el origen del problema.