El juez Alexandre de Moraes, miembro de la Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil, pidió este viernes aceptar una denuncia por «coacción a la justicia» presentada contra el diputado Eduardo Bolsonaro, en el marco del proceso en el que su padre, el expresidente Jair Bolsonaro, fue condenado a veintisiete años de prisión por golpismo.
De Moraes, relator del proceso contra el diputado y contra el propio líder de la ultraderecha brasileña, fue el primero de los cuatro miembros de la Primera del Supremo que se pronunció sobre la denuncia formulada por la Fiscalía General, vinculada a las sanciones comerciales y políticas que Estados Unidos impuso a Brasil por el juicio contra el expresidente Bolsonaro.
Los otros tres magistrados tendrán plazo hasta el próximo 25 de noviembre para publicar sus votos en el sistema informático del tribunal, en el que la denuncia es analizada de forma virtual.
Interferencia en juicio
En sus acusaciones, la Fiscalía sostiene que el diputado intentó interferir en el juicio contra su padre y presionar al tribunal, mediante gestiones que realizó en Washington para que el Gobierno de Estados Unidos impusiera sanciones a autoridades brasileñas y al propio país.
De hecho, el presidente Donald Trump justificó los aranceles del 50 % que impuso a gran parte de las exportaciones brasileñas con su malestar por el proceso penal al que fue sometido Jair Bolsonaro, que calificó como una «caza de brujas».
También por ese motivo, Estados Unidos revocó los visados de algunos jueces del Supremo, de varios ministros y funcionarios del Gobierno brasileño, e impuso sanciones financieras al juez De Moraes.
Según la Fiscalía, el diputado, quien está en EE. UU. desde marzo y se dice «en el exilio», incurrió en el delito de coacción a la Justicia, que «consiste en el uso de violencia o grave amenaza para favorecer intereses propios o de terceros contra la autoridad, parte o cualquier persona llamada a intervenir en un proceso judicial».
Eduardo Bolsonaro se ufanó durante meses de haber influido en las sanciones impuestas a Brasil gracias a sus contactos con funcionarios del Departamento de Estado y de la propia Casa Blanca.
El hijo del expresidente tiene desde hace años excelentes relaciones con los círculos de la ultraderecha de Washington y es un activo promotor de las Conferencias de Acción Política Conservadora (CPAC), que ha organizado incluso en el propio Brasil.
- Jair Bolsonaro fue condenado el pasado 11 de septiembre a 27 años de cárcel por haber conspirado para intentar impedir la investidura del actual mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo derrotó en las urnas en octubre de 2022, cuando aspiraba a la reelección.
La Primera Sala del Supremo, en la que cursa también ese proceso, rechazó la semana pasada las apelaciones presentadas por la defensa del líder de la ultraderecha, quien se presume que deberá comenzar a cumplir la condena a fines de este mismo mes.
El exmandatario se encuentra desde agosto pasado en prisión domiciliaria, por haber violado diversas medidas cautelares impuestas por el tribunal en el marco del proceso.


