Con la llegada del frío intenso y momentos de baja visibilidad en España a causa de nieblas o nieve, dispositivos obligatorios como las balizas V16, diseñados para aumentar nuestra seguridad, pueden verse comprometidos. Este aparato debe ayudarnos a señalizar una avería en carretera sin necesidad de bajar del vehículo, pero también tiene limitaciones cuando las temperaturas descienden con fuerza o cuando la nieve y la niebla dificultan que su luz llegue a otros conductores.
Una baliza V16 soporta hasta -10 °C
Además, en algunas zonas de España, sobre todo en las de montaña, en invierno se alcanzan los -5 °C e incluso -10 °C, precisamente el límite de temperatura por lo bajo que una baliza V16 debe resistir, según la DGT. Por ejemplo, estos valores se podrían dar en algunas áreas del Sistema Central, sobre todo con algunas heladas, Cordillera Cantábrica, Sierra Nevada, Pirineos, Picos de Europa, entre otras zonas de montaña o valles altos.
A esto se le añade el problema de la visibilidad, pues las carreteras de montaña suelen presentar curvas cerradas, accesos difíciles de ver y niebla baja de vez en cuando. Es decir, si juntamos el tema de la temperatura y la visibilidad, el trabajo y función de la baliza podría verse mermado si tenemos algún percance en las zonas mencionadas. Incluso si logra emitir su señal y enviar la ubicación gracias a la SIM integrada, la luz podría no ser visible físicamente.
Y no nos olvidamos de la nieve, algo muy importante, ya que la baliza se coloca sin salir del vehículo en la parte superior del coche y un día de nevada intensa podría cubrirla por completo, dejando casi inservible la luz. En este contexto, y si la baliza no funciona como debe o no se ve desde la carretera, no quedará otra que recurrir al teléfono móvil para avisar a los servicios de emergencia.


