Manny Ramírez sigue con la esperanza intacta de entrar al Salón de la Fama de MLB en Cooperstown.
El jardinero que ganase dos Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston en 2004 y 2007 formó parte de la ceremonia de entrega de anillos por el título que consiguió la franquicia con sede en Fenway Park la temporada pasada. Cuando los reporteros le preguntaron si estaba esperando una llamada desde Cooperstown, Ramírez respondió con emoción y esperanza.
«Espero que sí, hemos estado rezando», declaró. «Todos cometemos errores y nadie es perfecto. Creo con el tiempo, y si es la voluntad de Dios, llegarás ahí. Y si no, hay que estar agradecido por tener la posibilidad de jugar este deporte que amamos.»
Manny Ramirez is hopeful that he’ll get into the Hall of Fame: “Everybody makes mistakes. Nobody’s perfect.” pic.twitter.com/yFiWxn9vUu
— Chris Mason (@ByChrisMason) April 9, 2019
Ramírez disputó siete de sus 19 temporadas de MLB con los Medias Rojas, pero también recibió dos suspensiones: en 2009 por esteroides y en 2011 por utilizar sustancias que aumentan el rendimiento deportivo (PEDs); esta última fue de 100 juegos y ante eso, decidió retirarse.
Sin duda que esas dos suspensiones juegan en contra de Ramírez. El 12 veces participante del Juego de las Estrellas es elegible para entrar a Cooperstown desde 2017 y recibió 23.8% votos en el primer año, pero 22.0% y 22.8% en los dos siguientes.
Dejando las controversias a un lado, no cabe duda que la carrera de Manny es digna de un pelotero de Salón de la Fama.
Ramírez dejó una línea ofensiva de .312/.411/.585 en su carrera y conectó 555 jonrones, la 15ta cifra más alta en la historia de las Grandes Ligas. Además, posee el mejor octavo porcentaje de slugging (.585) y el octavo mejor OPS (.996) de toda la historia. ¿Serán suficientes para que obtenga un lugar en Cooperstown?