En mayo del año pasado, Roberto Osuna vivió el episodio más oscuro de su vida cuando fue suspendido 80 partidos por una acusación de violencia doméstica. El panorama parecía más nublado que nunca para el cerrador mexicano cuando los Toronto Blue Jaysdecidieron deshacerse de él tras el caso en que se vio inmiscuido, pero encontró con Houston Astros algo más que una segunda oportunidad.
Nacido en Guasave, Sinaloa, uno de los estados más violentos de México debido al narcotráfico, a Osuna se le retiró el cargo por violencia doméstica en septiembre de 2018 luego de que la justicia de Canadá otorgara una fianza de paz de un año. En la jurisprudencia canadiense, la fianza de paz es un trato en el que una persona acepta mantener buena conducta durante un determinado periodo de tiempo.
«Nadie sabe lo que pasó, obviamente solo yo. Todo el mundo es rápido para juzgarme y decir todo tipo de cosas al respecto. Realmente me gustaría que los fanáticos, y todos los demás, (aprendan) lo que los medios dicen no es verdad«, dijo Osuna poco antes de lograr el bono de paz.
«Estoy contento y aliviado por la decisión judicial. Ahora puedo comenzar a dejar de lado estas acusaciones y centrarme en el beisbol. Estoy agradecido con los Astros por brindarme la oportunidad de jugar beisbol y competir por un campeonato de la Serie Mundial«, externó el pitcher después de conseguir que se le retirara el cargo.
Ahora, con el comienzo de una nueva temporada en Grandes Ligas, «El Cañoncito» acaba de igualar una marca en su equipo al llegar a 24 rescates en 24 oportunidades. El récord con los Astros le pertenecía en solitario a Brad Lidge, hasta anoche, cuando Roberto Osuna sumó otro rescate, esta vez ante Chicago White Sox para ser el cerrador más efectivo de todas las Mayores.
En 2016, el sinaloense se apuntó 36 salvamentos y después en 2017 firmó su mejor temporada con 39 rescates. Esta campaña, por lo pronto, suma 12 salvamentos con una efectividad de .042 en 21 innings y un tercio, con 19 outs.
Por lo pronto, el cerrador estelar de Houston de apenas 24 años ha mostrado un nivel que, de mantenerlo, lo puede poner a las puertas de realizar una de las mejores temporadas para un taponero en la historia de las Grandes Ligas. Romper su propio récord parece cuestión de tiempo, así como fue solo cosa de esperar para que la vida le diera una segunda oportunidad.