La situación que se vivió en el mundo de los teléfonos móviles con el inicio de la pandemia provocó que los chips fuesen insuficientes, algo que podría volverse a repetir por la guerra que se está produciendo en Ucrania. Dos de las principales empresas del país, encargadas de desarrollar el neón destinado para fabricar el láser que termina dando forma a los microchips.
Una noticia que se suma a muchos los efectos que la guerra está provocando y que termina afectando negativamente a todo el planeta. Hasta el momento las empresas habían tratado de mantenerse constantes, sin que la guerra terminase de obligar a detener la producción, aunque al intensificarse los ataques por parte de Rusia y el peligro que supone, se han visto obligados a cambiar la estrategia.
De nuevo, los móviles se encuentran con dificultades
Este cambio de paradigma puede obligar a las marcas de móviles más importantes de todo el mundo a replantearse sus lanzamientos, algo que en los últimos años han tenido que variar en multitud de ocasiones. Sin el neón que suministras estas empresas y que podría llegar a significar entre el 45% y el 54% que se utiliza en todo el planeta tierra, será complicado mantener el mismo nivel de producción.
Por el momento la situación no peligra, ya que los fabricantes tiene la capacidad de seguir produciendo, incluso según se informa hasta el mes de abril, se podría mantener el mismo ritmo de producción. Pero el peligro está en el horizonte, haciéndonos ver de nuevo como la producción no depende de las marcas, sino de los materiales necesarios para desarrollar todo tipo de procesadores.
La propia Asociación de la Industria de Semiconductores ha querido salir a tranquilizar a los fabricantes, afirmando que cuenta con diversos proveedores de materiales y gases clave, por lo que este cambio de rumbo podría no terminar afectando tanto.
¿Cuál es la solución?
En las últimas horas, se ha dado a conocer la noticia de que Apple, estaría barajando la posibilidad de estrenar el nuevo procesador A16 Bionic para los modelos Pro de la siguiente generación, recurriendo a los ya conocidos A15 para los iPhone de base. Una estrategia que, sin embargo, podría no ser lo suficientemente efectiva a menos que los chips ya están creados, dado que el neón y otros materiales siguen siendo igual de importantes.
Cuando la crisis de los microchips se comenzó a convertir en un problema serio, muchos fabricantes optaron por cambiar sus planes o centrar toda la atención en un mismo chip. Por ejemplo, Xiaomi eliminó de su catálogo el Redmi Note 10 en favor de otros modelos similares, para poder utilizar otros procesadores que ya tenía en sus manos. Por el momento no sabemos cuál será la mejor estrategia si eso termina ocurriendo, aunque si no hay otra salida, podríamos encontrarnos con un panorama similar al que ya vivimos o incluso peor, afectando directamente a los precios por la escasez de materiales. Un nuevo tapón en la industria tecnológica comienza y esperamos que no dure demasiado.
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