Muchas personas comen no por hambre, sino por aburrimiento. Este hábito, si se hace constante, puede ser peligroso y generar problemas asociados al sobrepeso. Se cree que, detrás de esta necesidad, se esconden problemas asociados a la ansiedad.
Cómo evitar comer por aburrimiento
Registro de tus comidas: si haces un seguimiento diario de lo que comes, cuánto, cómo y a qué hora, puedes tener un mayor control de los picoteos.
Da un paseo: si vas a picotear algo y no tienes hambre, tómate 5 minutos y sal a dar un pequeño paseo. Prioriza zonas verdes, como un parque, para no caer en una tienda de comidas.
Evita comprar algunos alimentos: quita de tu lista de compras las galletas de chocolate, los caramelos o las papas fritas de bolsa. De esta manera, tampoco tendrás estos productos a disposición.
No dejes pasar tiempo entre comidas: entre el desayuno, almuerzo, merienda y cena, prepara colaciones saludables y pequeñas. De esta manera, no tendrás tanta hambre.
Agua, más agua: bebe más agua, al menos 2 litros y medio de agua por día. De esta manera, también tendrás menos hambre.