La economía italiana crecerá en 2022 un 3.1 %, según estimó hoy el Gobierno italiano, que rebajó esta cifra desde el 4.7 % calculado el pasado octubre por las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania y la elevada inflación.
El déficit será del 5.6 % en 2022, invariable respecto a las previsiones de octubre, y la deuda bajará al 146.8 %, frente al 149.4 % calculado en octubre para este año y desde el 150.8 % registrado en el 2021.
«La guerra en Ucrania ha provocado un empeoramiento de las perspectivas de crecimiento, que se ve lastrado por el aumento de los precios de la energía y la disminución de la confianza de los consumidores e inversores, que era muy positiva a principios de año», dijo hoy Mario Draghi en una rueda de prensa para comunicar la actualización del cuadro macroeconómico para el año en curso.


