Luego de terminar segundo en las votaciones para el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2021, Vladimir Guerrero Jr. llegó a los entrenamientos de primavera el pasado mes de febrero y de inmediato ofreció una rueda de prensa en la que dio señales de lo que nos espera en el 2022.
“Lo que vieron el año pasado fueron los trailers, esta temporada van a ver la película”, sentenció el quisqueyano.
Y en esta primera semana y media de temporada de Grandes Ligas, eso es precisamente lo que Guerrero Jr. ha enseñado.
Por segunda vez en su carrera tuvo un partido de tres cuadrangulares, algo que su padre nunca hizo en su carrera de Salón de la Fama.
En los primeros siete juegos de la campaña, Guerrero Jr. tenía cuatro cuadrangulares, ocho remolcadas y seis anotadas, además de una línea porcentual de .333/.357/.815/1.172.
En sus primeros 350 partidos en las mayores, Guerrero Jr. acumuló 221 remolcadas y en ese mismo total de juegos, su padre hizo exactamente lo mismo. Las similitudes son enormes.
Alguien me preguntaba si hay alguna pareja de padre e hijo en el Salón de la Fama de Cooperstown y la respuesta es que no.
¿Quién sabe si en 20 años podríamos hablar de los Guerrero como la primera?
Lo que sí podemos decir en estos momentos es que lo de Vladimir Guerrero Jr. no es suerte, no es coincidencia ni tampoco algo caído del cielo.
El muchacho ha llamado la atención desde que a los 13 años comenzó a hablarse de su potencial y proyección, que hoy son una realidad.