El Palacete Vicini resalta en la Ciudad Colonial

Publicado el

spot_img

En la Ciudad Colonial tengo hoy un objetivo especial: el Palacete Vicini. Para dirigirme hacia este me detengo en la calle Arzobispo Portes con 19 de marzo. Tengo al frente la Iglesia Bautista Central. En la década del 50 este edificio alojó el Club de la Juventud. Aquí se celebraba el Baile Blanco o Baile de San Andrés. Recuerdo la noche en que la virreina, en unas palabras de loor a la reina, por decirle ‘eterno’ tuvo un desliz verbal y le deseó ‘que tu reinado sea efímero’. Yo iba en su corte. Por eso no diré su nombre.

Cruzo la calzada. A la sombra de un árbol conversan dos hombres. El tema: una mata de aguacate. En el número 109 de la calle 19 de marzo, entre la Arzobispo Portes y la Padre Billini, está la casa de Francisco del Rosario Sánchez. La busco sin resultado. Lo que encuentro adosadas a muros son placas de Rivergate Condom y Narai Residence. ‘Está allí, por donde sale una gente’, dice un señor a mi pregunta. Camino hacia donde señala, pero no veo nada. Dejo mi curiosidad para otro día.

Ante el número 113 cruzo a la otra acera. Es que quiero mirar con detenimiento su fachada: la del bello Palacete Vicini. Aunque ‘ajustado’ entre dos casas resalta en el entorno. Sus columnas de reminiscencia jónica enmarcan el balcón semicircular que, como explica la Guía de Arquitectura Santo Domingo, vuela en la fachada principal, presentando un conocimiento de Art-Déco. Las puertas y ventanas con vitrales donde los temas son geométricos ‘es un ejemplo de decorativismo de los años veinte’.

La casa fue construida en 1920 por el arquitecto Antonín Nechodoma como vivienda para la familia Vicini, ‘inmigrantes italianos de fines del siglo XIX’. En la actualidad sus descendientes están entre los principales empresarios de República Dominicana. Me pregunto quién ahora vivirá en la casa. 

Prosigo mi andadura. Cruzo la Padre Billini. Echo un vistazo a la Casa del Tapao, de la cual tiempo atrás conté en esta sección su leyenda. De pronto escucho tras de mí una voz que pregona: ‘Hay tocino, hay longaniza. Marchanta llevo tocino del bueno’. Es un hombre a pie que en un cubo lleva los productos. Sigo hasta la calle Arzobispo Nouel. Doblo a la izquierda. En la acera noroeste veo la antigua Casa Funcia, en la cual hasta hace unos años vendían materiales de costura. Aloja al presente la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional. 

Antiguo cine

A escasos pasos de la antigua Casa Funcia funcionó el Cine Leonor. Inaugurado en 1956 se convirtió en un cine de moda entre la juventud capitaleña que acudía a algunas de sus varias tandas (vermú, matinée…). Con el tiempo cayó en decadencia hasta cerrar.

Casi al frente, en la acera sur, está el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana. Tengo en agenda visitarlo con Alexis, mi hijo menor.

En Portada

Caso Sudiksha Konanki: juez acoge habeas corpus de Joshua Steven Riibe

El juez Edwis de la Cámara Penal de Primera Instancia de la provincia La...

Deshaun Watson gastó US$2.5 millones en un anillo de compromiso

Deshaun Watson le propuso matrimonio a su novia de toda la vida, Jilly Anais,...

La OIM reporta 60 mil desplazados en Haití

La violencia intensa que vive Haití obligó a huir en el último mes a...

Lo que dijo Joshua Steven Riibe en el Juzgado

"Quiero ayudar, pero no se me permite. Ahora solo quiero irme a casa", dijo Joshua...

Noticias Relacionadas

¿Qué se revisa de mis redes sociales para la visa americana?

Muchos son los dominicanos que sueñan con pisar territorio estadounidense ya sea por negocios,...

De dónde viene el sancocho dominicano y qué lo distingue de otros caldos preparados en la región

El sancocho es uno de los platos que más se vinculan con la socialización y con la realización de actividades festivas o relevantes para la familia dominicana.

México: lindo, querido y sabroso

“Está muy arraigado en la cultura mexicana el maíz en todas sus versiones”. Desde...