Joan Manuel Serrat dice adiós a los escenarios, pero es una despedida que asegura es contra su voluntad, y con la gracia y la ironía que lo caracteriza recordó que este jueves tiene otro concierto.
La noche del miércoles, en el Teatro Nacional Eduardo Brito, el legendario cantautor catalán se comportó como si este fuera el verdaderamente el último, dándole a su público dominicano lo mejor de su arte. Y los presentes le tributaron prolongados aplausos en varias ocasiones.
Acompañado por sus cómplices de aventuras musicales, los maestros Josep Más «Kitflus» y Ricard Miralles, una banda de cinco instrumentistas, que pusieron melodías a las maravillosas letras del artista.
«El vicio de cántar», nombre de esta gira crepuscular, es un viaje a través de la obra de un autor imprescindible de la música de Iberoamérica, en la que ademas Serrat reflexiona sobre lo que es la canción y de la naturaleza de los personajes que ha ido creando en cada tema.
Un total de 24 temas fueron interpretados por el catatán, incluyendo el clásico «Aquellas pequeñas» junto a la dominicana Maridalia Hernández.
Tampoco faltaron otros títulos emblemáticos como «Mediterráneo», «Cantares», «Lucía», «Señora», «Para la libertad», «Hoy puede ser un gran día», «Las nanas de la cebolla» y «Penélope».
Este jueves es la segunda función de esta gira en la que Serrat se despide del escenario.