La República Dominicana reiteró este jueves su posición frente a la crisis en Haití en un foro internacional, esta vez en una sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“La pacificación inmediata es la única vía para enfrentar la violencia y el caos. Porque pende la amenaza de un baño de sangre mayor, provocado por una eventual intensificación de los enfrentamientos entre las pandillas criminales y posibles pobladas de personas, atacando propiedades para conseguir alimentos”, expresó José A. Blanco, representante Permanente de la República Dominicana ante la ONU.

Blanco hizo este señalamiento luego de subrayar los pobres resultados tras los trece años (2004-2017) de acción de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (Minustah, por sus siglas en inglés), y la necesidad de enfrentar de manera urgente la situación de violencia generada por las pandillas, así como prestar ayuda ante la crisis alimentaria, con 5.3 millones de haitianos bajo el padecimiento de una hambre crónica, “cifra que se ha duplicado en los últimos cuatro años”.

“Esos elevados niveles de inseguridad alimentaria aguda se deben principalmente al declive económico, la inestabilidad política, la escasa producción, la precaria resiliencia ante los frecuentes desastres naturales y la inseguridad provocada por gangas que actualmente controlan, en gran medida, la infraestructura crítica del país”.

Pacificación y diálogo

El representante dominicano ante la ONU consideró, además, que los esfuerzos para la estabilización de Haití deben ser enfocados desde pacificación y el diálogo político, “en aras de establecer acuerdos duraderos que logren consolidar una paz sostenible”.

“Naciones Unidas tiene el deber de actuar con urgencia, por la paz y estabilidad de Haití y de la región, con un plan robusto e inmediato apoyo a la Policía Nacional haitiana, ampliando el mandato de la misión de la BINUH (siglas en francés de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití), con el fin de atenuar las incertidumbres en que viven los haitianos y que tanto inquietan a sus vecinos, que están siendo afectados por esa profunda inestabilidad, incluidos varios Estados Miembros de este Consejo de Seguridad”.

Al recalcar la posición ya expresada por el presidente dominicano Luis Abinader, indicó que “para nuestro país, esta situación representa un tema de seguridad nacional, justo por la presión que se recibe en nuestra frontera ante esta difícil realidad”.

“El pueblo haitiano reclama vivir en paz. Merece tener la esperanza de un futuro mejor y este Consejo de Seguridad tiene los mecanismos para liderar un esfuerzo conjunto entre la comunidad internacional, el Gobierno y pueblo haitiano, que trace una hoja de ruta hacia la paz y el desarrollo sostenible”, apuntó.