La inteligencia artificial sigue avanzando imparable y no parece que haya posibilidad de frenarla. Así, lo que la mayoría de las empresas tecnológicas están haciendo es subirse a esta ola y surfearla lo mejor posible. Una de las últimas tendencias, que tiene muchas papeletas para marcar el ritmo de la industria, son los AI Agents.
¿Recuerdas que en mayo Google dijo que tu forma de ‘googlear’ iba a cambiar para siempre? Entre las novedades de su conferencia anual, la compañía de Mountain View afirmó que su famoso buscador integraría inteligencia artificial para que la IA buscase en Internet por ti y te hiciera un resumen de lo que necesitas.
Ese tipo de tareas son las que hace un agente de inteligencia artificial. Y su rapidez, eficiencia y ahorro de tiempo el motivo por el que todos quieren integrar esta tendencia en sus plataformas. Sin ir más lejos, Anthropic acaba de lanzar un nuevo modelo de IA capaz de manejar un ordenador por sí solo.
Y en esa misma línea está Microsoft, que ha anunciado la integración de 10 nuevos agentes de IA autónomos en su plataforma empresarial Dynamics 365. Estos agentes, que la compañía ya había presentado la pasada primavera, están diseñados para realizar tareas de manera independiente en áreas clave como ventas, servicios, finanzas y la cadena de suministro.
El anuncio del gigante de Redmond refuerza la competencia con Salesforce, que también planea lanzar su propia tecnología de agentes autónomos, previsiblemente la próxima semana.
Para completar el círculo, la firma tecnológica HONOR también ha avanzado que su próxima serie Magic7 incluirá Autopilot IA, una función que permitirá a los dispositivos anticiparse a las necesidades del usuario mediante el uso de inteligencia artificial generativa y aprendizaje automático. Dice este fabricante que “con un simple mensaje de texto o de voz, AI Agent puede pedir comida a domicilio en nombre del usuario. Además, con previo consentimiento, puede inclusive aprender de los hábitos de los usuarios para tomar decisiones inteligentes; por ejemplo, puede entender si el usuario prefiere su café con leche de coco, y pedirlo de esa manera”.
Qué es un AI Agent y para qué sirve
Los AI Agents —agentes de inteligencia artificial— son sistemas autónomos impulsados por IA que pueden llevar a cabo tareas complejas de manera independiente o con intervención humana mínima. Estos agentes están diseñados para procesar información, tomar decisiones, ejecutar acciones y aprender de sus experiencias.
La idea es que puedan interactuar con personas, sistemas y otros agentes, lo que los hace útiles en una variedad de campos, desde atención al cliente hasta análisis de datos y automatización de procesos.
Estos agentes utilizan algoritmos de aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje natural para mejorar su desempeño y adaptarse a diferentes situaciones. Es decir: pueden percibir su entorno y tomar decisiones automáticamente en función de ese contexto.
En cuanto a integración, pueden estar dentro de un software o en dispositivos físicos, como altavoces inteligentes, coches autónomos o, en un futuro no muy lejano, móviles. Algunos ejemplos de AI Agents incluyen:
Chatbots y asistentes virtuales que proporcionan respuestas automáticas a preguntas o realizan tareas como reservar citas.Robots autónomos que llevan a cabo tareas físicas, como la entrega de paquetes o la asistencia en la fabricación.Agentes de negociación que pueden llevar a cabo transacciones o negociaciones en entornos comerciales.Agentes de recomendación que analizan preferencias y datos para sugerir productos o servicios personalizados.
¿Y por qué todas las empresas tecnológicas quieren uno? Estos sistemas son clave en la evolución de la IA hacia un modelo más interactivo y práctico en tu vida diaria.
Es decir: un AI Agent es como un ‘ayudante digital’ que usa inteligencia artificial para hacer cosas por ti de forma automática. Puede ser un programa o un robot que toma decisiones, hace tareas y aprende con el tiempo sin que tú tengas que guiarlo todo el rato. Por ejemplo, puede responder preguntas, manejar conversaciones, buscar información o realizar acciones por sí solo, como reservar un vuelo o sugerirte algo para comprar.
Algunos ejemplos sencillos de estos ayudantes son los chatbots que te atienden en una web, o los asistentes virtuales como Siri o Alexa, que pueden entender lo que les pides y actuar en consecuencia. Pero lo que quieren las tecnológicas es hacer que esas Siris y Alexas de ayer se conviertan en las ‘Samanthas’ de mañana.