Pareciera como que Junior Caminero habría recibido ayuda del Más Allá para conectar el soberbio cuadrangular por los 411 pies del Estadio Quisqueya Juan Marichal, con el que definió el partido decisivo para la corona 17 del Escogido.
Y precisamente, justo después del partido y en medio de la celebración, Caminero no paraba de agradecer a Dios por el logro obtenido que terminaba con una sequía de nueve años sin ganar un título para los escarlatas.
«Todo se lo debo a Dios, todo lo dejé en las manos de Dios, gracias Dios por esta oportunidad con los Leones del Escogido«, fueron las primeras palabras de Caminero tras la victoria 6-5 de los Leones sobre los Tigres.
«La Máxima» también se mostró agradecido de poder vivir junto a sus seres queridos una experiencia sin igual, ya que son escogidistas de toda la vida, y ser parte de un campeonato del equipo siendo el Jugador Más Valioso de la final, es algo que no imaginó, ni siquiera en el más grande de sus sueños como fanático del equipo.
«Doy gracias por mi familia, por Los Leones del Escogido, por la confianza que depositó en mi Albert Pujols», aseguró Caminero mientras era bañado en cerveza por sus compañeros.
Cuadrangular desde que salió
El infielder de 21 años señaló que el ahora célebre tablazo que decidió el séptimo partido, fue cuadrangular dese que hizo contacto.
» Desde que yo le di yo sabía, y se siente mucho mejor darlo contra el Licey, porque ya le quitamos el bicampeonato, ahora nosotros somos los campeones», dijo Caminero.
El jugador de los Tampa Bay Rays en las Grandes Ligas, en conteo de una bola y cero strike, enganchó un sinker del veterano relevista Jairo Asencio, y la pelota viajó 454 pies por el jardín central, lo que desató una estruendosa celebración en los parciales rojos que estaban presentes en el estadio capitaleño.