Casi tres décadas después de que Luis Felipe López rechazara a las más reconocidas universidades de la NCAA y escogiera a St. John’s como plataforma para saltar a la NBA un hijo de un exselección nacional causa estragos en esa alma mater y apunta como un cohete de los que fabrica Elon Musk hacia la principal liga del planeta.
Se identifica como RJ Luis Jr., nacido en 2002 en Miami de la unión entre el romanense Reggie Luis Charles “El Faraón” y la ecuatoriana Verónica Luis, que se conocieron en Florida mientras ambos estudiaban con becas deportivas.
Tiene triple nacionalidad, pero desde muy pequeño tenía claro que la dominicana era la suya.
NBAdraft.net, sitio que por más de 20 años se ha especializado en pronosticar el sorteo aficionado hacia la NBA, lo colocó en su más reciente actualización en el puesto 37 a ser tomado por los Charlotte Hornets.
La semana pasada, RJ Luis Jr., fue elegido por The Associated Press como el primer latino receptor del premio al Jugador del Año de la exigente división Big East (donde juegan grandes como Connecticut, Villanova y Georgetown) y el sábado “asaltó” el Madison Square Garden con un partido de 29 puntos y 10 rebotes, ante 19,812 aficionados.
Una actuación que fue determinante para que la Tormenta Roja derrotara Creighton y se llevara su primera cuarta corona divisional en la historia y la primera desde el año 2000.
Tras el partido, se ató la bandera dominicana en su cuello, pasó a recoger el premio al MVP del torneo y la mantuvo hasta cuando subió al sentarse en el aro a cortar la malla, un rito del básquet cuando se gana una competencia para guardar ese objeto de recuerdo.
Luis es un escolta de 6’7 pies que viene de promediar 18.4 puntos y 7.4 rebotes en su tercera temporada en la liga universitaria, un curso donde casi dobla su producción y encaminó a su academia a liderar su conferencia con 18-2.
Cisco y traspaso
Luis llegó a la universidad con sede en Queens, Nueva York, el curso pasado tras una primera experiencia en UMass donde en 22 minutos promedió 11.5 puntos, pero decidió transferirse.
Su padre le dijo al New York Post que la presencia de Rick Pitino como dirigente en St. John’s fue factor para el traspaso, tras consultarlo con el exjugador Francisco «Cisco» García, su alumno en Louisville.
Es la alta casa de estudio por donde, además de Luis Felipe, también pasaron Orlando Sánchez, LJ Figueroa y Joel Soriano.
En 2019 Luis fue parte del equipo dominicano sub-17 que jugó el torneo Centrobasket en San Juan, Puerto Rico, un candado para futuras convocatorias con el equipo de mayor.
Esta semana arranca su aventura en la Locura de Marzo, el torneo de la NCAA. Con un año pendiente por jugar en el colegial, su actuación en este torneo puede influir en su decisión sobre si continúa o da el salto al sorteo.
Su padre fue un delantero pequeño que sobresalió en las primeras dos décadas del siglo actual, desde el básquet romanense hasta llegar a la selección nacional, incluyendo la Liga Dominicana de Baloncesto y LNB.
Reforzó en Venezuela, Macedonia del Norte y Ecuador, país donde se nacionalizó y no ocupaba la plaza de importado.