El Ayuntamiento de París obtuvo este domingo la legitimación que buscaba en las urnas para su proyecto de peatonalizar y vegetalizar 500 calles, que se sumarán a las 300 donde ahora la circulación ya está prohibida, lo que supondrá la supresión de 10,000 plazas de aparcamiento, alrededor del 10 % del total.
Un 66 % de los parisinos que acudieron a las urnas para participar en la consulta sobre esa cuestión que organizó el Ayuntamiento se pronunciaron a favor, aunque únicamente hubo 55,000 electores que depositaron su voto de los casi 1,4 millones que están en las listas electorales.
- El resultado de la consulta albergaba pocas dudas, de entrada por la formulación de la pregunta que se planteaba a los electores: «¿En favor o en contra de vegetalizar y peatonalizar 500 calles más en París, repartidas por todos los barrios?»
La única incógnita relativa era el nivel de participación aunque ya se anticipaba que sería muy bajo, después de que en las dos consultas ciudadanas que se habían organizado -una en 2022 sobre los patinetes en alquiler de libre servicio y otra sobre una tarifa de aparcamiento más elevada para los coches SUV (todocaminos y todoterrenos)- no se hubiera llegado siquiera al 7,5 %.
Si en esos dos precedentes la participación ya había dado lugar a controversia sobre la significación que había que darle, ahora la participación ha sido todavía inferior.
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Esta vez se trataba de legitimar en las urnas la idea de sacar los coches de 500 calles, aunque sin presentar la lista de las que se verán concernidas y, por tanto sin saber de qué forma quedarán en términos de accesibilidad, de plantación de árboles o de distribución.
Una cuestión que había recibido críticas de la oposición de derechas, que recrimina a la alcaldesa socialista, Anne Hidalgo, que continúe con su política que consideran dirigida contra los automovilistas, pero también que no se ocupe lo suficiente de cuidar las zonas verdes que ya hay en la ciudad.
- El concejal del grupo de oposición Cambiar París, Aurélien Véron, se había quejado de la ambigüedad de la pregunta, pero también de que al cambiar la configuración urbana de muchas calles se podía obstaculizar la movilidad: «tiene que poder hacerse reparto. Y que las personas con movilidad reducida, en silla de ruedas, puedan circular».
Para el equipo de Hidalgo, sin embargo, «la cuestión de vegetalizar y de peatonalizar es un imperativo», como decía el viernes pasado la concejala responsable de urbanismo, Lamia El Aaraje, que insistía en que hay que preparar la ciudad para el cambio climático, y en particular para escenarios extremos en que se podría llegar a temperaturas de hasta 50 grados.
Además, el equipo municipal también asume plenamente la política de suprimir plazas de estacionamiento en la calle (el objetivo es hacerlo en total con 60,000, el 60 % de las que hay) porque los coches ocupan el 95 % del espacio público.