La Unión Europea acordó el martes nuevas sanciones para imponer a Rusia, centrándose especialmente en casi 200 barcos de una flota clandestina que transportan ilícitamente petróleo para eludir las restricciones occidentales impuestas por la guerra en Ucrania.
El bloque de 27 naciones señaló a 189 barcos en total e impuso congelación de activos y prohibiciones de viaje a varios funcionarios, así como a varias empresas rusas. Las medidas fueron respaldadas por los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, afirmó que mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, «finge interés en la paz, se están preparando más sanciones. Las acciones de Rusia y aquellos que colaboran con Rusia enfrentan severas consecuencias”.
Rusia utiliza su “flota en la sombra” para transportar petróleo y gas, o para llevar grano ucraniano robado. La UE ha sancionado por ahora a casi 350 de estos barcos en total.
Las nuevas medidas no están vinculadas de forma explícita a la demora de Rusia en acordar un alto el fuego. La preparación de las medidas comenzó en los días posteriores a la finalización del último paquete hace tres meses.
Funcionarios ucranianos han dicho que la flota clandestina consiste en unos 500 barcos envejecidos de propiedad y prácticas de seguridad inciertas que están eludiendo las sanciones y manteniendo los ingresos del petróleo.
La agencia de calificación S&P Global y el Instituto de la Escuela de Economía de Kiev, un grupo de expertos, han estimado en más de 400 el número de embarcaciones que pueden transportar petróleo o productos derivados del crudo, como combustible diésel y gasolina.
Los barcos de la flota clandestina también han sido sospechosos de dañar cables submarinos, especialmente en el mar Báltico.
La policía finlandesa incautó el 26 de diciembre el Eagle S, un petrolero que dijeron formaba parte de la flota clandestina, por sospechas de que utilizó su ancla para dañar el cable de energía submarino Estlink 2 que suministra electricidad de Finlandia a Estonia.
La UE también dijo que sancionó a personas y empresas, incluida una aseguradora, que hacen posible que la flota clandestina opere, afectando intereses en Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Hong Kong.
En paralelo, el Reino Unido apuntó a la flota clandestina en un conjunto de 100 nuevas sanciones que dijo iban dirigidas a “aumentar la presión” sobre el Kremlin.
Otros efectos de las sanciones
En un comunicado el martes, el Ministerio británico de Exteriores dijo que las sanciones afectarán a entidades que apoyan el Ejército ruso, las exportaciones de energía y la guerra de información, así como a instituciones financieras que ayudan a financiar su guerra contra Ucrania.
Agregó que las sanciones apuntarán a las cadenas de suministro de armas rusas, incluidos los misiles Iskander que se han lanzado contra áreas civiles en Ucrania durante la guerra. Reino Unido también sancionará a 18 barcos más en la flota clandestina que transportan petróleo ruso.
“Los últimos ataques de Putin una vez más muestran su verdadera cara como un belicista”, dijo el Secretario británico de Exteriores, David Lammy. “Le instamos a acordar un alto el fuego completo e incondicional de inmediato para que pueda haber conversaciones sobre una paz justa y duradera”.
La UE ha impuesto varias rondas de sanciones a Rusia desde que el presidente Putin ordenó a sus tropas entrar en Ucrania el 24 de febrero de 2022. Alrededor de 2,400 funcionarios y “entidades”, a menudo agencias gubernamentales, bancos y organizaciones, se han visto afectados.