Estados Unidos entró el pasado sábado de manera abrupta en la guerra de Israel contra Irán con el bombardeo a las tres principales instalaciones del programa nuclear iraní, mientras que el presidente Donald Trump amenazó al régimen de Teherán con más ataques si “la paz no llega rápido”.
Dos horas después de aterrizar en el Marine One en la Casa Blanca, tras pasar un día en su campo de golf en Nueva Jersey, Trump sorprendió al mundo al anunciar que las Fuerzas Armadas estadounidenses acababan de completar un “exitoso ataque en tres instalaciones nucleares de Irán, incluidas Fordó, Natanz e Isfahán”.
“Una carga completa de bombas fueron lanzadas en el lugar principal, Fordó”, añadió Trump en la red social Truth a las 19:50 hora local. Poco después fuentes de Defensa revelaron que en la fortaleza de Fordó, el principal centro de enriquecimiento de uranio iraní, se lanzaron varias bombas anti-búnker GBU-57, nunca antes usadas en combate real.
En un mensaje a la nación dos horas después, Trump instó a Teherán a no responder militarmente y optar por la paz. “Irán, el matón de Oriente Medio, ahora debe hacer la paz. Si no lo hacen, los futuros ataques serán mucho más grandes y más fáciles”, aseguró el presidente estadounidense en tono desafiante y acompañado de su vicepresidente, JD Vance; el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Estado, Marco Rubio.
Paz o tragedia
Trump dijo que ahora el régimen iraní debe elegir entre “la paz o una tragedia más grande que la que han visto en los últimos ocho días” y añadió que hay otros muchos objetivos en Irán que podrían atacar si lo deciden. “Si la paz no llega rápido, iremos tras esos otros objetivos con precisión, rapidez y habilidad”, amenazó el mandatario.
El republicano, cuya alocución fue breve y carente de las improvisaciones a las que acostumbra, reveló que trabajó en todo este tiempo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “como un equipo como quizá no se ha visto antes”.
Según fuentes de la Casa Blanca, Estados Unidos alertó previamente a Israel de los ataques y posteriormente Trump habló por teléfono con Netanyahu, dejando claro que ambos países han mantenido una estrecha colaboración desde que Israel decidió atacar el día 15 instalaciones nucleares iraníes y decapitar a la plana mayor militar iraní, algo a lo que Irán ha respondido con oleadas diarias de misiles y drones.
Trump añadió: “Quiero agradecer al Ejército israelí por el maravilloso trabajo que han hecho y, lo que es más importante, quiero agradecer a los grandes patriotas estadounidense que pilotaron esas magníficas máquinas (los cazas) esta noche”.
Bombarderos
Según fuentes del Pentágono, los bombarderos estratégicos B-2 cargados con bombas anti-búnker de gran tonelaje apuntaron a varios puntos débiles en la fortaleza subterránea de Fordó y en una demostración de la capacidad de proyección de fuerza de Estados Unidos, el ataque se completó con el lanzamiento de hasta 30 misiles Tomahawk desde submarinos de la clase Ohio contra Natanz e Isfahán.
“Nuestro objetivo era la destrucción de la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y detener la amenaza que suponía para el mundo el principal estado patrocinador del terrorismo. Esta noche puede reportar al mundo que los ataques fueron un espectacular éxito militar. Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido completa y totalmente destruidas”, aseveró Trump.
Respuesta de Irán
Irán declaró ayer ante la ONU que serán las fuerzas armadas del país las que decidirán “el momento, la naturaleza y la escala de la respuesta proporcional de Irán”, según dijo su embajador ante el Consejo de Seguridad, Amir Saeid Iravani, máxima autoridad iraní en suelo estadounidense.
En una sesión de emergencia solicitada ayer por su país tras los ataques perpetrados por la aviación estadounidense contra tres plantas nucleares iraníes, Iravani recordó que su país se reserva “el derecho total y legítimo de defenderse contra la insolente agresión de Estados Unidos y de su peón israelí”.
Sin embargo, su tono fue moderado y se abstuvo de lanzar amenazas más concretas contra Estados Unidos y sus intereses.
Iravani pintó a su país como “un amante de la paz, miembro fundador de las Naciones Unidas y con 5,000 años de cultura y civilización”, que ha sido atacado por EE. UU., “el único estado que ha usado alguna vez armas nucleares, asesinando con ellas a millones de personas en dos ciudades” (Hiroshima y Nagasaki) y que ahora usa el “pretexto” de que quiere impedir a Irán obtener armas nucleares.
Tres países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -China, Rusia y Pakistán- presentaron ante el organismo un proyecto de resolución para pedir “un alto el fuego inmediato e incondicional” entre Irán, Israel y Estados Unidos, dijo ante el Consejo el embajador chino ante la ONU, Fu Cong.
Los tres países pasan por ser los principales aliados de Irán en el Consejo en este momento, y es altamente improbable que la resolución pase adelante, dado el derecho de veto con que cuenta Estados Unidos dentro del organismo.
Aun así, la resolución -que no tiene todavía fecha para votarse – utiliza un lenguaje diplomático porque pide, además del alto el fuego, “la protección de los civiles, el respeto por la legalidad internacional y volver al diálogo”.
Fu, como hizo tras él el embajador ruso, Vasili Nebenzia, condenó inequívocamente los bombardeos de Estados Unidos sobre las plantas nucleares, cosa que no hicieron ninguno de los países europeos (Francia, Reino Unido, Dinamarca, Eslovenia y Grecia).
El embajador Nebenzia fue particularmente duro al destacar “las declaraciones cínicas (de los otros países) sobre su disposición para volver a la mesa de negociaciones”.