El ejército de Colombia liberó este lunes con ayuda de la policía a 57 militares retenidos desde el fin de semana por pobladores de una región del suroeste del país dominada por guerrilleros y capturaron a los «presuntos secuestradores», anunciaron las autoridades.
El presidente izquierdista Gustavo Petro emprendió en 2024 una ofensiva para recuperar el control de esa zona conocida como el Cañón del Micay, enclave para la producción de cocaína. Pero no ha logrado avances.
«Nuestros 57 militares ya están libres«, informó el Ministerio de Defensa en la red social X.
Efectivos del ejército y la policía liberaron a los cuatro suboficiales y 53 soldados en una operación de «rescate» en la que «fueron capturados en flagrancia varios de los responsables del secuestro», agregó esa cartera.
- No se precisó el número total de detenidos en esta acción militar.
Los militares fueron retenidos el domingo por habitantes en dos pueblos del departamento del Cauca. Un primer pelotón quedó en manos de pobladores el sábado mientras realizaba una operación en el municipio de El Tambo, mientras que otro grupo fue rodeado el domingo cuando se dirigía hacia el vecino El Plateado.
Más temprano, la canciller Laura Sarabia había solicitado el «apoyo y acompañamiento» de organismos internacionales para lograr su liberación.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, responsabilizó al Estado Mayor Central (EMC), un grupo disidente de la extinta guerrilla de las FARC al mando de alias Iván Mordisco, por «instrumentalizar» con «amenazas e intimidación» a unos 200 pobladores para participar en el «secuestro».
Las autoridades ofrecen recompensas de hasta 120,000 dólares por información que lleve a detener a líderes guerrilleros locales, como alias Kevin.
Una práctica común en zonas colombianas
Las retenciones de uniformados son una práctica común en zonas conflictivas de Colombia. Para impedir el avance de la fuerza pública, algunos grupos ilegales ordenan a civiles este tipo de acciones.
En marzo, en esta misma zona pobladores detuvieron a 29 militares y policías. Todos fueron liberados dos días después.
Colombia, inmersa en una guerra interna de medio siglo que enfrenta a guerrillas, grupos narcotraficantes y fuerzas estatales, vive su peor crisis de seguridad en la última década.
Petro intentó negociar la paz con el EMC pero Mordisco abandonó los diálogos.