Los Dodgers de los Angeles llegaron a septiembre con uno de los calendarios más fáciles de las Grandes Ligas, al menos en teoría.
Pero los partidos no se juegan en teoría, y jugar bien contra oponentes más débiles no ha sido precisamente su punto fuerte últimamente.
Los Dodgers fueron aplastados por un dominante Paul Skenes y cayeron 5-3 ante los Piratas de Pittsburgh el jueves por la noche en el PNC Park.
Skenes incluyó a Shohei Ohtani con dos ponches en su lista de ocho abanicados.
La derrota selló una barrida de tres juegos a manos de los Bucs, que están 13 juegos por debajo de .500 y en el último lugar de la División Central de la Liga Nacional.
Esto sigue una tendencia preocupante para los Dodgers durante el último mes. Desde el 1 de agosto, los Dodgers tienen un récord de 11-4 contra equipos con récords de .500 o mejores.
Pero la derrota del jueves los dejó con un récord de 4-12 contra equipos por debajo de .500 en ese mismo lapso.
Enfrentando una reñida contienda en la División Oeste de la Liga Nacional, los Dodgers tuvieron una gran oportunidad de alejarse de los Padres, que ocupan el segundo lugar, en esta serie.
San Diego fue barrido por Baltimore, el próximo rival de Los Ángeles, esta semana y ha perdido ocho de sus últimos 10 partidos.
En cambio, los Dodgers se encuentran en la misma situación en la que se encontraban al final de la temporada regular: dos juegos por delante de los Padres por el primer puesto de la división, y ahora tres juegos por detrás de los Phillies por su pase a la primera ronda de la postemporada.
Por los Piratas Yohan Ramírez lanzó 1.2 entradas de un hit y dos ponches. Dauri Moreta se complicó en el noveno al lograr solo un tercio de cuatro hits y tres carreras. Por los Dodgers, Teoscar Hernández de 4-1, una anotada.