La inminente reducción del tráfico aéreo en Estados Unidos, anunciada por la Administración Federal de Aviación (FAA), podría afectar la conexión con la República Dominicana desde los principales aeropuertos de ese país, entre ellos Nueva York, Boston, Dallas, Miami y Orlando, donde se concentra la mayor parte de los vuelos hacia el Caribe.
De acuerdo con un informe de The New York Times, la FAA planea aplicar desde este viernes una disminución progresiva en el número de vuelos comerciales debido a la escasez de controladores aéreos y al impacto del cierre parcial del gobierno federal.
38 son los días que se ha prolongado el cierre del Gobierno en los Estados Unidos.
La reducción comenzará con un 4 % de los vuelos diarios y se ampliará hasta un 10 % durante el fin de semana, según precisaron funcionarios del Departamento de Transporte.
Los principales aeropuertos
Aunque la administración del presidente Donald Trump no ha publicado la lista definitiva, fuentes de la industria confirmaron que las medidas afectarán principalmente a los aeropuertos de la llamada lista «Core 30», que agrupa los de mayor tráfico del país.
Entre ellos figuran el John F. Kennedy (JFK) y LaGuardia (LGA), en Nueva York; Boston Logan; Dallas-Fort Worth; Miami International; Orlando International; Fort Lauderdale-Hollywood; Atlanta; Chicago O´Hare; Houston Intercontinental; Los Ángeles (LAX); San Francisco (SFO) y Washington National (DCA).
También se encuentran bajo revisión terminales de tamaño medio, centros de carga y aeropuertos utilizados por la aviación privada, como Teterboro (Nueva Jersey), Louisville, Indianápolis, Oakland, Portland y Dallas Love Field.
Afectará a RD
La medida preocupa a las aerolíneas que hacen rutas regulares hacia la República Dominicana, pues el mercado estadounidense representa más del 60 % del tráfico aéreo internacional del país, con una fuerte concentración en las rutas Nueva York-Santo Domingo, Miami-Punta Cana y Orlando-Santiago.
Una reducción sostenida de vuelos podría provocar retrasos, cancelaciones y un descenso temporal en la llegada de pasajeros, especialmente durante la temporada alta de invierno.
La FAA no ha ofrecido una fecha estimada para el retorno a la normalidad, pero advirtió que los ajustes podrían prolongarse hasta que se regularice el servicio de controladores aéreos y se garantice la seguridad operativa en los principales aeropuertos del país.
El cierre del Gobierno
El cierre del Gobierno, que comenzó el 1 de octubre, ha impedido que muchos empleados federales reciban su salario.
Los controladores de tráfico aéreo y los agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) son considerados empleados esenciales durante el cierre y se espera que vayan a trabajar. Sin embargo, no están recibiendo sueldo y algunos han tenido que buscar otras fuentes de ingresos para pagar sus facturas.
Según un análisis de CNN, se han reportado más de 400 casos de falta de personal en las instalaciones de la FAA desde que comenzó el cierre. Cuanto más se prolongue el cierre, mayores serán los riesgos, especialmente si los controladores aéreos pasan más tiempo sin cobrar. Sin embargo, las autoridades federales afirman que la reducción del número de vuelos mejorará la seguridad.


