En el mundo hay dos tipos de mujeres: las que prefieren ir al salón para que les hagan las uñas y las que disfrutan hacerse la manicura en casa. Las ventajas de arreglarse las uñas por cuenta propia son varias: no solo se ahorra dinero, sino que también representa un tiempo que se emplea en sí misma, que sirve como método de relajación. 

Sin embargo, cuando el resultado no es el mejor que digamos, lejos de ser una práctica desestresante, termina siendo frustrante. Para evitar que eso pase, presta atención a estos errores que se cometen con frecuencia al hacerse la manicura en casa. 

No remojar las uñas 

Antes de iniciar la manicura, es importante remojar las uñas en agua tibia, para evitar que se rompan al momento de limarlas. Dejarlas en remojo por al menos 10 minutos suavizará tanto las uñas como las cutículas, haciendo que todo el proceso sea más fácil.

Cortar en lugar de limar

Al cortar las uñas se corre el riesgo de dejarla más corta de la cuenta o incluso de romperla y tener que limar hasta emparejar. Lo ideal es limar desde el principio hasta llegar al largo que se busca. En caso de que las uñas estén demasiado largas, se debe cortar la mitad y bajar hasta donde se quiere con ayuda de la lima. 

Limar mal

Si no te llevas muy bien con la lima, quizá se deba a que no la usas de la forma adecuada. En lugar de usarla como un cuchillo, de un lado hacia otro, hay que usarlas en una sola dirección, para evitar que se escamen.

Remover las cutículas

Incluso en muchos salones cometen el error de eliminar las cutículas. ¿Por qué? “Las cutículas son una acumulación de células que protegen el nacimiento de la uña evitando que entre suciedad”, explican desde el portal Vanitatis. Lo recomendable es que, en vez de removerla, se eche para atrás, lo que se hace mucho más fácil luego de haberlas dejado en remojo por un tiempo. 

Usar demasiado esmalte

Pasa mucho, sobre todo con esmaltes de colores claros, que aplicamos muchas capas con la intención de que el color quede lo más uniforme posible, sin darnos cuenta de que esto influye en que la pintura se corra o arruine con más facilidad. Lo ideal es solo aplicar dos capas de color. 

No pintar las puntas de las uñas

Sellar con una capa de esmalte transparente no es suficiente para que la manicura dure más: también hay que pintar las puntas de las uñas. Lo que se debe hacer es deslizar la brocha por el filo de cada uña, en cada capa. Luego, colocar el esmalte sellador como de costumbre y también en las puntas.