Bartolo Colón ha puesto a circular un libro bibliográfico, “Big Sexy: Ion His Words”, cuesta US$22.49 en tapa dura en Amazon y US$9.99 en Kindle. Allí narra cosas muy personales, como por ejemplo el sufrimiento que le causó la muerte de su primera mascota, un burro llamado «Pancho», la estrecha relación con sus padres Miguel Valerio Colón y Adriana Morales, el vacío que le dejó la muerte de su progenitora en agosto del 2014 y la tragedia que vivió su familia cuando el béisbol lo suspendió por dopaje en el 2012.
«Lo más difícil para mí fue ese domingo cuando me llamaron. Cuando Vicky [Virginia Carballo, directiva de la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas) me dijo que había dado positivo, primero pensé que era que tenía Sida”, dijo Colón en una entrevista con ESPN Deportes. Cuando ella me aclaró, todo se me vino abajo. Pero lo más fuerte fue decirle a mi papá lo que me había pasado», recordó Colón.
«Apelé la sanción y pasé mes y medio lanzando con esa aprehensión en mi pecho», añadió.
«El día que iban a anunciar mi suspensión, llamé a mi papá. Cuando le dije que había dado positivo a sustancia prohibida, me puse a llorar. Después que terminé de hablar con mi papá, mis hermanas me dijeron que se puso a llorar cuando colgué. Todos lloraron en la casa ese día. Ha sido el momento más difícil», concluyó Colón.