Durante 41 años, la historia de Miguel Morales fue un misterio. Este vecino de Dúrcal (Granada, sur de España) desapareció en 1984 sin dejar rastro.
Diez años después, fue dado por muerto por un juzgado, aunque ahora se ha sabido que fue una de las más de 200 víctimas del temporal que azotó España el pasado octubre.
Miguel Morales dejó con 31 años a dos hijas pequeñas cuando desapareció de forma repentina de su domicilio en Dúrcal.
Sara Morales, una de sus hijas, explicó a EFE que el pasado noviembre recibieron la noticia que el cuerpo de su padre -de 72 años-, fue hallado en Quart de Poblet (Valencia, este) y que había sido víctima de la dana.
Las huellas dactilares tomadas por la Guardia Civil confirmaron lo imposible: aquel hombre que había dado por muerto en 1994, en realidad acababa de fallecer, en 2024, y a poco más de 550 kilómetros de su casa.
El enigma de una vida en las sombras
Para Sara, que tenía apenas un año cuando desapareció su padre, la noticia fue casi irreal. «Pensamos que era una equivocación. Como había tanto revuelo por la fatídica situación de la dana, creímos que se trataba de un cruce de datos«, explicó.
Pero no lo era. Miguel vivió todo ese tiempo en las sombras, sin registros médicos, sin cuenta bancaria, sin un rastro administrativo que delatara su existencia.
«No tiene ni historia clínica. No solicitó la pensión de jubilación. Incluso, el DNI que se dejó en casa, es de esos antiguos», comentó Sara en un programa televisivo.
«Nuestra hipótesis es que ha vivido como un indigente durante todos estos años», agregó.
Miguel tenía antecedentes de problemas psiquiátricos. No era la primera vez que abandonaba su hogar. Se había marchado de casa en otras ocasiones, pero siempre regresaba. Hasta que un día, simplemente, dejó de hacerlo.
Aunque la familia ya «pasó página» y la madre «rehízo su vida» tras la desaparición de su esposo, encuentran cierto «alivio» en haber resuelto el enigma que los acompañó por décadas.
La doble muerte Miguel Morales -primero en los archivos judiciales y después en la dana– resuena como una de esas historias en las que la realidad supera la ficción.