José Miguel Pérez Balbuena “Tyson Pérez” ha materializado en España el sueño de ese inmigrante que emprende el viaje trasatlántico con más aspiraciones de las que caben en las maletas.
Hace dos décadas, tomó un vuelo desde su natal Santo Domingo, cuando era un niño de nueve años, y a sus 29 ya tiene en sus espaldas una carrera profesional en el básquet de 10 años, que incluye seis temporadas en la primera división española (ACB).
La coronación del “sueño español” de Tyson llegó con las convocatorias para representado la nación ibérica en cuatro partidos en eliminatorias para el Eurobasket 2022 y la Copa del Mundo de 2023.
Sin embargo, este delantero de 6’8 pies que milita para el Unicaja con el que recién ganó la Copa del Rey, ve un techo vistiendo la roja al no vislumbrase con llamadas para el Europeo, Mundial o Juegos Olímpicos.
Se sentía como un actor de reparto, una pieza para jugar en las Ventanas de la FIBA, cuando los clubes no están obligados a ceder a su personal, pero cuando llegaran los compromisos grandes sus posibilidades se reducían al mínimo.
De ahí que el verano pasado pidió a la Federación Española (FEB) su descargo, dicen a DL desde la Federación Dominicana (Fedombal).
Pérez quiere uniformarse con la selección dominicana y ya consiguió el “descargo” de la FEB. Lo confirmó el fin de semana Sergio Scarriolo, seleccionador español, que lo inscribió en la lista preliminar para la ventana de febrero, pero Pérez lo rechazó.
En la Fedombal esperan que llegue ese e-mail desde la oficina de la FIBA en Suiza para convocarlo a la selección mayor. Néstor “Che” García podría inscribirlo en la AmeriCup de agosto (22-31) en Nicaragua.
Pérez puede aportar estatura (un recurso que carece la promoción actual) y su buena lectura del juego, como lo certifica su valoración (12) en la llamada “NBA de Europa”. Un movimiento más, como el de Mariano Díaz, que certifica la importancia de no cerrar puertas en su país de origen.
No es común este tipo de movimiento, aunque para el caso del básquet dominicano hay referencia, pero en categorías menores. Charlie Villanueva representó a los Estados Unidos en el premundial sub-19 de 2005 y luego pidió su descargo a USA Basketball, que le permitió jugar con el quinteto quisqueyano, aunque ocupando la plaza de naturalizado.