El joven Rafael Pérez se convierte en el primer dominicano con dos certificaciones internacionales como coach de pádel.
Su más reciente acreditación proviene de parte de la Academia de Gustavo Pratto, una de las mejor valoradas a nivel mundial en la formación de jugadores profesionales.
Entre los jugadores formados por la academia de Pratto están Arturo Coello, Paula José María, Edu Alonso, Beatriz Caldera, Martín Di Nenno, Luciano Capra, Miguel Lamperti, Maxi Sánchez y Alejandra Alonso, entre otros atletas que son parte de importantes circuitos competitivos.
Pratto, creador de una metodología propia de entrenamiento, agradeció a Pérez la confianza depositada en la institución al decidir realizar su formación presencial en las instalaciones de Vegas Sport, en Valladolid (España).
El entrenador dominicano se desempeña como asesor comercial y deportivo en la Academia Pádel X, que está ubicada en Santo Domingo dentro del Club Pádel Republic.
“La creación de la Real Federación de Pádel y la correcta organización que vienen realizando como institución me ha motivado a poner mis conocimientos adquiridos a favor del pádel en la República Dominicana”, expresó Pérez.
Es parte de Padelalma
Pérez forma parte del equipo técnico de la Fundación Padelalma como coach táctico. Esta organización sin fines de lucro tiene como propósito identificar y preparar a jóvenes talentos dominicanos para competir a un alto nivel en esta disciplina que ha ido ganando terreno con rapidez en el país.
El auge en América Latina y el país
En los últimos años, el pádel ha experimentado crecimiento vertiginoso en América Latina, posicionándose entre los deportes de mayor proyección en la región. Países como Argentina, México, Brasil, Chile y Paraguay han consolidado estructuras deportivas, torneos internacionales y academias de alto rendimiento que han generado mucho talento competitivo en el área.
La República Dominicana no ha sido la excepción, se construyen canchas, se abren clubes y se crean academias.
La consolidación de la federación nacional ha contribuido a la organización de competencias locales y al impulso de jugadores hacia escenarios internacionales. El pádel ha dejado de ser una disciplina de nicho para convertirse en un deporte con seguidores, practicantes y estructura formal en crecimiento.
El compromiso de entrenadores como Pérez representa un paso hacia la profesionalización de este deporte en el país, abriendo camino a nuevas generaciones que sueñan con representar al país en los más altos niveles de la disciplina.