El Ejército israelí destruyó este lunes la Torre Ghafri en la zona portuaria de la ciudad de Gaza: el edificio más alto del enclave con un total de 18 plantas y 60 apartamentos.
Según un comunicado castrense, Hamás había instalado presuntamente en el rascacielos derribado «sistemas de inteligencia y puestos de observación para monitorear la ubicación de las tropas».
El Ejército israelí alega de forma habitual, sin aportar pruebas que lo corroboren, que milicianos de Hamás hacen un uso militar de estos rascacielos tras casi dos años de ofensiva bélica.
Campaña israelí
Los gazatíes creen que es parte de la campaña israelí que busca forzar al millón de personas de la ciudad de Gaza a desplazarse al sur, antes de una invasión terrestre de la capital.
«Lo que Israel quiere es vaciar (la ciudad de) Gaza (…) que la gente se desplace hacia el sur para apoderarse de la tierra de la Franja de Gaza, como se apropió de las tierras en 1948. Pero (…) no vamos a salir de aquí», dice a EFE un palestino bajo anonimato.
Poco antes del ataque, el Ejército había ordenado el desplazamiento forzoso de los residentes de la torre Ghafri -que se cree estaba prácticamente vacía desde la guerra- y de las tiendas de campaña cercanas, donde se refugian gazatíes desplazados.
El comunicado también instó a la evacuación de quienes aún no han huido de la zona portuaria de la ciudad de Gaza y del barrio de Rimal, donde en la última semana han sido también demolidos en bombardeos otros rascacielos.
«Estamos aquí firmes y no vamos a desplazarnos. No nos sacarán ni con sus aviones, ni con sus tanques, ni con sus ejércitos (…) Estamos aquí arraigados. Desplazarnos, no. Ir al sur, no. Nosotros nos quedamos aquí», dice a EFE el palestino Mahmud.
«Por mucho que bombeen las torres, ataques, mártires y cuerpos despedazados, no nos vamos a desplazar. Ni siquiera lo barajamos, al contrario, cada vez nos fortalecemos más y nos volvemos más combativos», añade.
Desde que Israel anunciara sus planes de invadir y ocupar la ciudad de Gaza, los bombardeos se han incrementado contra la capital gazatí, con decenas de muertos allí cada día, pero también las demoliciones y la destrucción de cualquier tipo de infraestructuras.