En medio de las amenazas a Venezuela de Estados Unidos, que mantiene su despliegue militar en el Caribe bajo la excusa de combatir el flujo de narcotráfico, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que Caracas responderá si Washington ataca y subrayó que el trabajo continuará a pesar de las presiones y las amenazas externas.
«Si los gringos amenazan, más trabajamos; si los gringos atacan, responderemos; pero el trabajo nada lo para; el trabajo por la patria, el trabajo por la salud del pueblo, por la educación, por la vida del pueblo», expresó durante la inauguración del Hospital Pediátrico Dr. Julio Criollo Rivas en Caracas.
Al mismo tiempo, rechazó las tentativas de interferencias internacionales, señalando que un presidente es elegido para gobernar su país. «Gobernamos desde el pueblo, con el pueblo y por el pueblo. Nuestro interés principal no es intentar gobernar el mundo», agregó.
En agosto, medios internacionales informaron del despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe, supuestamente para enfrentar a los cárteles de la droga. Paralelamente, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto de Maduro bajo la acusación —nunca sustentada— de liderar un «cártel de narcotráfico».
Hasta el momento, Washington afirma haber bombardeado cinco embarcaciones en el Caribe, que han dejado al menos 21 víctimas mortales. En la región, Colombia ha tildado estas muertes de «asesinatos». Del mismo modo, organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han manifestado que «las personas no deben morir por usar, vender o consumir drogas».
Tras el despliegue militar estadounidense, los cancilleres de bloques, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), han pedido que se respete la declaración de la región como una zona de paz.
Maduro sostiene que su país es una presa de «una guerra multiforme» orquestada desde EE.UU. con vistas a propiciar un «cambio de régimen».