Este artículo fue publicado originalmente en El Día.
SANTO DOMINGO.- La preocupante situación denunciada a través de un medio televisivo por parte de estudiantes del Liceo Ramón Emilio Jiménez, en el populoso sector de Los Minas, del municipio Santo Domingo Este entorno al hallazgo de gusanos en la comida que se les estaba proporcionando es un tema cíclico en nuestras escuelas en todos los gobiernos pero que debe generar una alerta roja en la sociedad.
El hecho que fue captado en un video que muestra claramente la irregularidad es un tema que debe llenarnos de preocupación debido a que estamos jugando con la salud de nuestros estudiantes.
La indefensión de estos niños se evidencia en la carencia de sus padres para enviarlos a un colegio o en su defecto para mandarlo a la escuela provisto de una ración alimenticia que le permita subsistir mientras recibe el pan de la enseñanza.
La denuncia realizada por los propios estudiantes debe ser sometida a una exhaustiva investigación a fin de determinar si la raciones estan llegado contaminadas a los planteles escolares o si se contaminan en los planteles escolares.
El manejo de los alimentos para nuestros estudiantes debe estar en manos expertas en la materia en las escuelas y en los proveedores.
Reitero que estos casos deben ser investigados a profundidad porque estamos envenenando a nuestros estudiantes y es preciso que se tomen los correctivos pertinentes alertando sobre el riesgo que representan estos alimentos para la salud de los alumnos.
Ojalá que este clamor llegue hasta el despacho de Adolfo Pérez De León director del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil(INABIE) para evitar lo que ocurrió en el mes de setiembre del pasado año en en Santiago donde al menos 50 estudiantes del centro educativo Herminia Pérez, ubicado en el sector Pekín, al sur de la provincia Santiago, resultaron intoxicados tras ingerir el desayuno escolar.
Lo propio ocurrio en el mismo mes del 2022 donde decenas de niños con edades comprendidas entre 5 y 12 años fueron ingresados ayer en la tarde en varios centros de salud del Gran Santo Domingo, luego de ingerir alimentos que les sirvieron en el desayuno escolar en varios centros educativos de Palavé, Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste sin que hubieran sanciones para los proveedores.
Con el simple hecho de suspender el contrato a tal o cual proveedor no solucionamos el problema, debe haber una sanción ejemplar a los responsables y debe haber una supervisión más rigurosa a estas compañías.
Ojalá que esta denuncia toque también la puerta del Despacho del Ingeniero NÉSTOR JULIO MATOS UREÑA director general del Instituto Dominicano de Control de la Calidad (INDOCAL), quien debe jugar un papel importante de supervisión de que es lo que se le está sirviendo a nuestros muchachos en las escuelas públicas de nuestro país.
La preocupación de los padres debe ser una preocupación y un clamor de todos, porque de verdad que se está envenenando el futuro de la patria.
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