Del 2018 al 2021, se incrementaron de 26 a 61 % las intenciones de los dominicanos para emprender en el futuro próximo (3 años), lo que, según el estudio que lo mide, probablemente se debe a los efectos de la pandemia y corroboraría un positivo potencial emprendedor e intenciones para iniciar negocios en el país.
Sin embargo, la descontinuación emprendedora, medida como venta o abandono del negocio, pasó del 8.6 % en 2018, al 14.2 % en 2021, lo que se debió en gran medida a la pandemia del COVID-19.
Los datos están contenidos en la tercera edición del estudio Monitor Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés) 2021-2022, realizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, junto con Barna Management School, y el apoyo de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) y otras entidades.
El levantamiento identifica al comercio al por mayor y al por menor; y la reparación de vehículos automotores y motocicletas como la principal actividad emprendedora desde hace 3.5 años
“El nivel de uso de nuevas tecnologías digitales es relativamente bajo en toda la población emprendedora, aludiendo como principal razón a que su negocio no lo requiere, aspecto validado al observar que la mayoría de estos emprendimientos se centran en labores comerciales o de servicios básicos”, resalta el estudio.
Más del 80 % de la población del país entre los 18 y 64 años manifiesta contar con las habilidades e intenciones para iniciar un negocio y tiene un bajo temor al fracaso (38 %). Sin embargo, más de la mitad de los nuevos emprendedores y de los nuevos empleados percibieron más difícil o mucho más difícil iniciar un negocio (o autoemplearse) frente al año pasado, “sugiriendo que el reto de emprender se ha complicado cada vez más”.
Mejores provincias para emprender
El GEM identificó a las provincias de la macroregión Suroeste como las que gozan de las mejores condiciones para emprender, al reportarse un mayor nivel de satisfacción entre sus emprendedores con la vinculación a redes de pares y programas de formación, disponibilidad de personal con las competencias necesarias para su negocio, así como la infraestructura de transporte y telecomunicaciones.
“No obstante, en todas las provincias del país se perciben barreras para el acceso a fuentes de financiación y la adquisición de espacios adecuados a precios moderados que garanticen un crecimiento del negocio”, agrega el estudio.
Los inversores informales arrojan que la mayor fuente de financiamiento de los emprendedores corresponde a los préstamos de familiares, amigos y conocidos.
Comparado con los países participantes de la medición GEM, incluidos los de ingresos medio alto y de la región de Latinoamérica y el Caribe (LAC), los indicadores de emprendimiento, tales como las competencias para iniciar negocios, la intención y actividad emprendedora de la República Dominicana, el abandono o venta de los negocios en el último año y la escasez de trabajo derivada de la pandemia son relativamente más elevados.DL