Un monumento a Josef Stalin fue develado en una de las estaciones del metro más concurridas de Moscú, en el más reciente intento de las autoridades rusas por revivir el legado del brutal dictador soviético.
La escultura muestra a Stalin rodeado de trabajadores sonrientes y niños con flores. Fue instalada en la estación Taganskaya para conmemorar el 90 aniversario del Metro de Moscú, el extenso sistema de transporte famoso por sus mosaicos, candelabros y otras ornamentadas decoraciones que fue construido bajo el mandato del dictador.
La escultura sustituye un monumento anterior que fue retirado en la década posterior a la muerte de Stalin en 1953, en un esfuerzo por erradicar su “culto a la personalidad” y enfrentar décadas de represión marcadas por juicios simulados, arrestos nocturnos y millones de personas asesinadas o enviadas a campos de prisioneros como “enemigos del pueblo”.
Los moscovitas han mostrado diversas reacciones a la inauguración, realizada a principios de este mes. Muchos viajeros tomaron fotos del monumento y algunos colocaron flores debajo de él.
Aleksei Zavatsin, de 22 años, dijo a The Associated Press que Stalin fue un “gran hombre” que “convirtió un país pobre en una superpotencia”.
“Levantó al país de sus rodillas”, expresó.
Pero otra residente que se identificó solo como Marina recordó que su abuela decía que “todo el país vivía con miedo” bajo Stalin.
Activistas de Society.Future, un movimiento político ruso que expresa opiniones prodemocráticas y nacionalistas, protestaron colocando carteles al pie del monumento que citaban a altos políticos condenando al dictador.
Un cartel, con el presidente Vladimir Putin, lo citaba lamentando los “crímenes multitudinarios contra el pueblo” cometidos por Stalin, y diciendo que su modernización de la URSS tuvo el costo de una represión “inaceptable”.
La escultura fue develada semanas después de que Putin firmara un decreto para renombrar el aeropuerto de Volgogrado como Stalingrado, como se llamaba la ciudad cuando el Ejército Rojo soviético derrotó a las fuerzas alemanas nazis en una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial.
Volgogrado misma retomó brevemente su antiguo nombre el 8 y 9 de mayo para las celebraciones del Día de la Victoria, y será renombrada temporalmente cinco veces más este año para conmemorar aniversarios relacionados con la guerra.
Putin ha invocado la Batalla de Stalingrado, que duró cinco meses y vio morir hasta 2 millones de soldados y civiles, como justificación para las acciones de Moscú en Ucrania.
Legado de Stalin
El analista político ruso Pyotr Miloserdov dijo que el Kremlin ha utilizado un impulso más amplio para adoptar el legado de Stalin con el fin de justificar el conflicto en Ucrania y la represión de la disidencia en el país.
“Stalin fue un tirano, un déspota, y eso es lo que necesitamos”, manifestó a la AP. Las autoridades quieren revivir la imagen de Stalin para popularizar la idea de un gobierno autoritario, añadió, y mostrar la violencia y la represión como algo justificado en circunstancias extraordinarias.
“Esto puede llevar a justificar cualquier acción sin sentido y violenta. En el régimen de Stalin, esto estaba permitido, había una guerra… Así que, aquí está nuestra operación militar especial, y ahora esto también está permitido. Es simplemente un intento de justificar el uso de la fuerza sobre las personas”, dijo Miloserdov.