La familia Buss acaba de concretar uno de los negocios más rentables en la historia del deporte profesional: la venta mayoritaria de los Los Angeles Lakers por 10,000 millones de dólares, casi 46 años después de haber adquirido el equipo por apenas 67.5 millones de dólares en 1979.
Ajustada por inflación, aquella compra de 1979 equivale hoy a aproximadamente 300 millones de dólares. Esto significa que la familia Buss obtuvo una ganancia neta de cerca de 9,700 millones de dólares reales, multiplicando por más de 33 veces el valor de su inversión inicial.
El nuevo propietario mayoritario es el empresario Mark Walter, director ejecutivo de Guggenheim Partners y dueño de los Dodgers de Los Ángeles en la MLB, quien pagó la cifra récord que establece un nuevo estándar en el mercado global de franquicias deportivas.
Presencia en el esquema
El equipo permanecerá bajo la gestión de Jeanie Buss, quien continuará como gobernadora de los Lakers. La familia Buss conservará un 15 % de participación accionaria.
Más allá del valor de la transacción, el negocio de los Buss incluyó durante más de cuatro décadas ingresos multimillonarios por derechos de televisión, patrocinios, entradas y merchandising, en una etapa que dejó además 11 campeonatos de la NBA y consolidó a los Lakers como una de las marcas más poderosas del deporte mundial.
La compra por parte de Walter se enmarca en una estrategia de expansión que ya incluye franquicias en la NBA, MLB, fútbol europeo, hockey profesional femenino, automovilismo e inteligencia artificial.
Con esta operación, la dinastía Buss pone fin a su control mayoritario de los Lakers, un equipo que Jerry Buss transformó desde los años 80 en un ícono de la cultura deportiva y del entretenimiento global.
De acuerdo con un informe de la CNBC a principios de este año, el valor de los Lakers rondaba los 7 mil millones de dólares. Esto los convertía en el tercer equipo más valioso de la NBA, superado por los New York Knicks y los Golden State Warriors.