Los Marineros llegaron al Daikin Park el viernes sabiendo que los Astros los había dominado en este estadio en años anteriores, hasta el punto de celebrar títulos divisionales frente a ellos.
Empatado con Houston en la cima del Oeste de la Liga Americana cuando empezó esta serie crucial, Seattle se encargó de que los últimos tres partidos de la temporada regular aquí no fueran de festejo alguno, ganando cada encuentro y superando a su rival de Texas con marcador global de 17-7. Los Marineros sellaron la barrida el domingo con un triunfo por 7-3, que contó con un doble empujador del encendido toletero venezolano Eugenio Suárez, el jonrón 58 de la campaña de Cal Raleigh y un bambinazo con bases llenas de J.P. Crawford, todo en el segundo episodio.
De esa manera, los Marineros salieron de la Ciudad Espacial con una ventaja de 3.0 juegos en la división – y esencialmente 4.0 al tener el desempate a su favor – cuando a ambos equipos les quedan seis compromisos en el calendario reglamentario.
“No pudimos haber pedido más en una serie de tres partidos”, dijo Raleigh, quien sigue disputando el premio a Jugador Más Valioso de la Liga Americana con Aaron Judge de los Yankees. “Había mucho en juego. Trajimos la misma energía y el mismo enfoque cada día. No quedamos satisfechos después de una victoria o dos. Terminamos el trabajo (de barrer la serie). Pero aún nos queda mucho camino por recorrer”.
Del lado de Houston, la serie fue una pesadilla. Con la oportunidad de repetir la historia de hundir a Seattle aquí – como sucedió al final de la temporada pasada – los Astros fueron blanqueados en el primer partido del viernes. Luego, anotaron todas sus carreras el sábado con un solo batazo, un grand slam del dominicano Jeremy Peña, y el domingo se encontraban abajo 7-0 antes de que toda su afición de más de 40,000 espectadores terminara de acomodarse en sus asientos.
Ahora, los Astros no sólo se encuentran con una tarea bien difícil en cuanto a remontar en la División Oeste, sino también que si la campaña concluyera ahora mismo, quedarían fuera de los playoffs, ya que están empatados con los Guardianes en el último Comodín de la Liga Americana – pero con Cleveland aventajándoles en el desempate.
Ha sido una caída estrepitosa para Houston, que llegó a tener ventaja de 7.0 juegos sobre Seattle en medio de la temporada. De los seis partidos restantes de los Astros, tres serán en West Sacramento contra los Atléticos los otros tres en Anaheim ante los Angelinos.
De parte de Seattle, ahora van a casa para medirse con los Rockies – el equipo con el peor récord de Grandes Ligas – y luego con los Dodgers.
“El trabajo no se ha completado”, dijo Crawford, cuyo grand slam frente al abridor de los Astros, Jason Alexander, fue el golpe mortal para Houston el domingo. “Hay seis juegos más y tenemos que hacer lo nuestro”.
Claro que los Marineros no quieren celebrar de más en este momento. Pero no se podía negar la satisfacción de hacer esto justo en el lugar donde tanto han sufrido en tiempos recientes.
“El año pasado vimos una celebración de su parte. Y eso se queda con uno”, comentó el manager de los Marineros, Dan Wilson. “Nuestros muchachos llegaron para esta serie e hicieron lo que tenían que hacer. Fue bien bueno”.
Agregó Logan Gilbert, lanzador ganador del juego del domingo con 6.0 entradas de tres hits y una sola carrera: “Obviamente, significa mucho, con cómo han ido las cosas en los últimos años. Entonces, es bien divertido hacer aquí lo que teníamos que hacer. Es bien emocionante. Los últimos tres días, probablemente no hemos visto el clubhouse así después de un partido”.
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